Supongo
que habrá personas que se hayan parado a contemplar la realidad, y se habrán preguntado... ¿por qué ocurre esto? ¿Qué es lo
que hacemos mal?
¿Son
los políticos? ¿Los partidos? ¿La Derecha? ¿Los Bancos? ¿El
Capitalismo? ¿La oligarquía económica? ¿La Troika? ¿El Sistema?
Pues
sí, es todo eso, pero no podemos olvidarnos de algo más. Algo
esencial, tan importante como lo anterior.
Algo
que ya sabían hace mucho tiempo. Que nos podrían haber dicho
personas que vivieron hace 2.500 años. En Atenas.
Pero
no me voy a ir tan lejos. A 1748, nada más:
"No
es menester mucha probidad para que un gobierno monárquico o un
gobierno despótico se mantengan o se sostengan. En uno, la fuerza de
las leyes, y en otro, el brazo del príncipe siempre levantado,
bastan para regular y ordenar todo. Pero en un estado popular es
necesario un resorte más: la VIRTUD.
Los políticos griegos, que vivían en un gobierno popular, no reconocían más fuerza para sostenerlo que la virtud. Los políticos de hoy no nos hablan más que de fábricas, de comercio, de finanzas, de riquezas e incluso de lujo.
Cuando la virtud deja de existir, la ambición entra en los corazones capaces de recibirla y la codicia se apodera de todos los demás. [...] Antes, los bienes de los particulares constituían el tesoro público, pero en cuanto la virtud se pierde, el tesoro público se convierte en patrimonio de los particulares. La república es un despojo y su fuerza ya no es más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos."
Montesquieu, “El espíritu de las leyes”
Los políticos griegos, que vivían en un gobierno popular, no reconocían más fuerza para sostenerlo que la virtud. Los políticos de hoy no nos hablan más que de fábricas, de comercio, de finanzas, de riquezas e incluso de lujo.
Cuando la virtud deja de existir, la ambición entra en los corazones capaces de recibirla y la codicia se apodera de todos los demás. [...] Antes, los bienes de los particulares constituían el tesoro público, pero en cuanto la virtud se pierde, el tesoro público se convierte en patrimonio de los particulares. La república es un despojo y su fuerza ya no es más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos."
Montesquieu, “El espíritu de las leyes”
Más
claro, agua.
P.D.
Un ciudadano virtuoso es también una persona responsable, que hace
por ser capaz de cumplir con sus obligaciones, en este caso,
políticas. Lo cual incluye adquirir la cultura política necesaria.
Echad
un vistazo a este vídeo para ver lo que ocurre cuando la ciudadanía carece de virtud.
Y
ojo, ahí salen jóvenes, pero lo mismo hay adultos con tan poco
conocimiento, o casi. Por desgracia, hay demasiados.
¿El
remedio? ¿Acaso puede ser otro?
Educación, Educación, Educación.
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