lunes, julio 31, 2017

Otro ejemplo más de manipulación

31 de julio de 2017. Telediario de las 15:00 de La 1.
Canal “público” que pagamos todos.
“Noticia” del día sobre el referéndum catalán.
Portavoces del PP y de C's soltando sus consignas. No entraré en detalle sobre la excusa del día porque vienen a repetir básicamente lo mismo todos los días.
Por supuesto, no se da oportunidad de réplica a la otra parte, JxSí y CUP, aunque son claramente parte implicada y son atacados tanto por PP y C's como por los propios comentaristas que dan la noticia "imparcial y objetivamente": en La 1, JxSí y CUP tienen asignado el papel de “malos” en el Spaguetti Western catalán.
De paso, aprovechando la coyuntura, también se ataca al PSOE -por su inacción-, al cual tampoco se le da oportunidad de defenderse. En este momento, en La 1, el PSOE también es de los “malos”.

Es un ejemplo modélico de manipulación. De libro.

Por un lado, al dar voz sólo a una de las partes, sesga la información en su favor.
Una y otra vez. Día tras día.
Hoy, La 1 es un canal de propaganda 24x7 en favor de PP y C's. Propaganda gratuita -para ellos-, pero que nos sale bien cara al resto de los españolitos.

Por otro lado, la guinda, la enésima repetición de lo de que en “democracia”, si así lo dice tal o cual ley, la gente no tiene derecho a decidir directamente, en referéndum.

¡En democracia la gente no puede votar!
¡Alucinante!
Y muchos, se lo tragan. A tal nivel de ignorancia llegamos.

Una versión, adaptada al caso catalán, de las palabras “nuestra democracia”, que se repiten decenas de veces cada día en prácticamente todos los medios de comunicación.
En nuestra democracia...”, “...en democracia...”, “...vivimos en una democracia...”, “...gracias a nuestra democracia...”, etc.

Si una mentira se repite suficientemente, acaba por “convertirse” en verdad. “Principio de orquestación”. Goebbels.

En fin, que es sólo un ejemplo, uno entre los muchos que nos inoculan cada día. Desde hace 40 años.
Podría escribir decenas de artículos como este todos los días, si tuviera tiempo. Porque la inmensa mayoría de las informaciones políticas de los grandes medios de comunicación son así. Sesgadas. Falsas, incluso cuando dicen algo que es cierto, ya que no hay mayor mentira que una media verdad.

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.





P.D. Como curiosidad, la “noticia” siguiente era sobre el PSOE. Salía una imagen de los mandamases reunidos, y tras ellos, en la pared, en letras bien gordas, el lema de la actual “regeneración” -¿o es degeneración?- del PSOE: “Somos la izquierda”.

Si una mentira se repite suficientemente, acaba por “convertirse” en verdad.

Y, hoy en día, dado que es prácticamente imposible distinguir un gobierno del PSOE de uno del PP, tienen que repetirla mucho, mucho, para que algunos de sus votantes se la crean.

Así que repitan conmigo: Somos la izquierda, somos la izquierda, somos la izquierda. Vivimos en democracia, vivimos en democracia, vivimos en democracia. Amén.

viernes, julio 28, 2017

¿Por qué la gente todavía apoya al "partido de la corrupción"?

Cuesta entender que, a estas alturas de la película, varios millones de españolitos de a pie todavía mantengan su apoyo al “partido de la corrupción”. Más aún teniendo una alternativa ideoĺógica prácticamente idéntica a la que trasladar su apoyo.

Lo cierto es que los votantes fieles del PP tienen sus razones. Motivos diferentes a que “son idiotas” o que “son malas personas”, como algunos repiten irreflexivamente por ahí. Yo destacaría el miedo, fundamentalmente, el voto útil y el conservadurismo -por la edad-.

Sin embargo, pese a existir esos y otros motivos para votar al PP, muchos no-votantes de ese partido piensan que es evidente que la corrupción generalizada es lo suficientemente nociva como para anular cualquier otra consideración, y no entienden cómo los votantes del PP no lo ven.

Y sin embargo, no es tan difícil de entender.

Si una persona vota al Partido X -el que sea-, es porque piensa que los demás son peores opciones.

De perogrullo, ¿no?

La información que maneja el votante del PP le lleva a considerarlo la mejor opción -o al menos, la menos mala-.
Y de igual manera, la información que maneja el votante de, por ejemplo, Podemos, le lleva a considerarlo la mejor opción -la menos mala-.
Y con los demás, lo mismo.

Es tan sencillo como eso. La gente vota en función de la información que tiene.

Y... ¿por dónde llega esa información a las personas?
Obvio también: por medio de los grandes medios de comunicación. Especialmente, la televisión.

Los medios de manipulación del Régimen aportan la motivación necesaria y suficiente para mantener el volumen actual de votos concentrado en un reducido grupo de partidos.

Unos medios dirigen los votos a unos partidos, otros a sus presuntos competidores.

Y la gente hace lo que le dicen los medios que escogen para ser informados.

Y, en consecuencia, para unos pocos millones de personas, el PP no es el “partido de la corrupción”. Saben de sobra que hay corrupción en el PP, pero en los medios que siguen, a este factor se le resta importancia, mientras que otros factores se exageran para hacerlos mucho más relevantes de lo que son.
En cambio, para muchos millones de no-votantes del PP, ese partido es el “partido de la corrupción” y es lo peor de lo peor, porque así lo califican los medios que siguen.
Y las dos cosas a la vez no pueden ser ciertas. 

La información que los medios proporcionan no describe fielmente la realidad. Sin ser necesariamente falsa en su totalidad, en su mayor parte es un conglomerado de medias verdades -esto es, la peor de las mentiras-. Es sesgada, parcial. En unos medios hacia un lado, en otros, hacia otro.

Así, esa información hace que la gente vote al PP. Y lo mismo reza para los demás.

Y sí, si todos los medios fueran objetivos, imparciales, libres, e informaran de la verdad completa, por supuesto que apoyarían  al PP cuatro gatos.

Pero si así fuera, también apoyarían a Podemos cuatro gatos.
Y al PSOE. Y a C's. Y a todos los demás.

Si los medios dijeran la verdad completa, no votaría ni el Tato.

Pero como no la dicen, 25 millones de españoles votan a los partidos. Al PP entre ellos.

Sin democracia mediática, no puede haber democracia política.

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.

viernes, julio 14, 2017

¿Y qué opina C's?

Una escena de una representación teatral:

Viernes 14 de julio de 2017.
Abre el informativo de las 15:00 en Castilla-La Mancha Televisión.
Avance de noticia: el PSOE autonómico le ofrece a Podemos entrar en el ejecutivo para desbloquear la aprobación de los presupuestos.
Tras el titular, una portavoz de C's sale comentando la jugada.
Siguiente avance.

¿Qué falla en esta escena?

Es obvio, ¿no? Mientras la estaba viendo me estaba “chirriando” el cerebro. Parece surrealista, de película de los Hermanos Marx.

¿Qué hace una portavoz de un partido que no tiene representación parlamentaria en la JCCM como único protagonista de una noticia que afecta a los dos partidos del gobierno (el oficial y el oficioso)?
Desde un punto de vista periodístico, es decir, atendiendo a su valor informativo, no tiene el menor sentido. En condiciones normales, cabría esperar primero declaraciones de los dos protagonistas, PSOE y Podemos. En caso de querer ampliar la información, lo lógico es preguntar su opinión al principal partido de la oposición, el PP. Y si después de ello se quiere hacer una cobertura mayor, pues sí, sería procedente una ronda de declaraciones de otros partidos relevantes a nivel regional, como Ciudadanos e IU. Y si ya se pretende actuar respetando los principios democráticos -que va a ser que no-, pues en esa ronda habría que incluir también a otros, a los pequeños, PACMA por ejemplo.
Esto es, que en orden de relevancia parlamentaria/gubernativa, que es el que siempre alegan los defensores de los medios de comunicación para ocultar la censura, C's tendría que haber sido el cuarto partido en aparecer soltando las bobadas habituales.
Pero ha sido el único.
Surrealista. De película de los Hermanos Marx.
O no.

Porque hay una explicación bien sencilla para este hecho: CMM TV le hace propaganda, gratis, a C's.

No es que sea algo que deba sorprendernos. Un medio de comunicación costeado públicamente haciendo propaganda gratuita a los partidos políticos. Ha sucedido cada día desde que empezó este nuevo régimen político electoralista.
Y en los medios privados, lo mismo.
Lavacerebros 24x7.

Tampoco es que sea una sorpresa que se le haga esa propaganda “extra” a C's. Un poco después de la irrupción de Podemos, momento en el que C's era un partido minoritario en Cataluña -o sea, no era nadie-, se le empezó a dar minutos en los grandes medios a nivel nacional. Muchos minutos. Y C's se convirtió en un partido relevante. A base de propaganda gratuita.

Lo que me ha llamado la atención, primero, es lo “descarado” de la propaganda. Solos, en plan protagonista, sin “camuflarlo” entre declaraciones de los actores principales.

Ni siquiera se molestan en disimular. Tan aborregada está la masa votante, que dan por sentado que no se van a dar cuenta ni de la manipulación más grosera.

Lo segundo que me ha llamado la atención es que sea una televisión del PSOE la que le haga la propaganda a su rival político.

Pero claro, eso también tiene una explicación sencilla: PSOE y C's son dos productos que pertenecen al mismo dueño. Como lo son los demás partidos que salen en los medios.
Y es lógico y normal que el dueño de un producto lo promocione en sus medios de propaganda.

Fin del apunte.

Que continúe la farsa.

¡Free, free, Freedonia!

jueves, julio 06, 2017

¡Somos vuestros amigos!

5 de marzo de 1921. La base naval de Kronstadt está sitiada por el Ejército Rojo. En ella resisten los marineros de Kronstadt, la última amenaza contra la dictadura del Partido Comunista tras la revolución de 1917.

Kronstad no era el último reducto del ejercito blanco, que había sido vencido meses antes. Los marineros de Kronstadt habían sido, hasta ese momento, puntal y orgullo de la revolución. Sus filas estaban formadas por anarquistas, socialistas revolucionarios, e incluso bolcheviques del partido comunista. Pero sus ideas sobre cómo debía ser el gobierno de Rusia diferían considerablemente de las de Lenin y los cabecillas del partido. Kronstadt defendía la autogestión, la libertad, la igualdad. No habían hecho la revolución para cambiar la dictadura zarista por la dictadura de un partido.
Pero la diferencia de fuerzas era abrumadora. Era cuestión de días que cayera Kronstadt.

En ese contexto, me llamó mucho la atención que algunos reconocidos intelectuales del anarquismo ruso remitieran una carta al gobierno exponiendo el daño que estaban haciendo "a la revolución" e instándoles a detener la agresión y a buscar un acuerdo negociado con Kronstadt. Una carta difícilmente explicable que denota una candidez impropia de personas con pleno uso de sus facultades mentales.

Por aquel entonces, las cárceles rusas llevaban tiempo rebosantes de anarquistas. Hacía escasos meses que el ejército rojo había arrasado la Ucrania majnovista, que, al igual que Kronstadt, había tenido la osadía de pretender auto-organizarse sin someterse al partido. La represión era ya una realidad patente y consolidada, y era absurdo seguir asumiendo que al gobierno le importaba lo más mínimo la libertad, el socialismo o la revolución, tal y como la entendían los anarquistas.

Pero sin embargo ahí estaban unos pocos todavía proponiendo -a los tiranos- pactos pacíficos y negociación.

Increíble. Impensable. Irracional.

Sin embargo, la ingenuidad de ese sector del anarquismo no es algo extraño. Al contrario, es, por desgracia, lo normal.

Al igual que, unos años antes, todavía muchos campesinos rusos pensaban que el Zar les amaba y que la tiranía a la que estaban sometidos era culpa de sus ministros y funcionarios corruptos -y que el Zar no sabía nada-, de igual manera, durante la revolución, al hacerse patente la represión, muchos revolucionarios todavía confiaban en el camarada Lenin, al que creían inocente e ignorante de todas las agresiones que venían sufriendo por parte de los cabecillas del partido.
Incluso mientras el gobierno difundía un discurso en el que se les acusaba literalmente de traidores y contrarrevolucionarios, se les encerraba, se les atacaba, se les fusilaba... todavía había muchos dentro del majnovismo, del anarquismo, del socialismo revolucionario, que pensaban que era posible la negociación o incluso, en el caso de los majnovistas, la coexistencia de una Ucrania autogestionada con una Rusia dictatorial.
Y qué decir de la ingenuidad posterior de los anarquistas en la guerra civil española, cuya consecuencia fue la traición, represión y aniquilación por parte del gobierno republicano.

Al pensar en estos hechos, me viene a la mente la imagen de los alienígenas de "¡Mars Attacks!", que, mientras van exterminando a los humanos, emiten con altavoces el mensaje ese de que "¡No temáis, somos vuestros amigos!".

Como si fuéramos tan ignorantes como para picar ante una mentira tan obvia.


Pues parece que lo somos.

Este "buenismo" de la izquierda es fatal.

Y hoy en día, por desgracia, sigue presente y plenamente vigente en nuestra sociedad.
Proceso electoral tras proceso electoral, podemos ver como los embaucadores de turno prometen y prometen parabienes para la gente, incumplen sus promesas una y otra vez, y la gente les sigue votando.
El deterioro social es evidente, y la gente les sigue votando.
Se vive cada vez peor, y la gente les sigue votando.
La represión ha dejado de hacerse soterradamente, se ejecuta visiblemente con impunidad, y la gente les sigue votando.

La Historia nos enseña lecciones, una y otra vez.

Pero no aprendemos.