Vaya pregunta estúpida. En España todo el mundo sabe lo que es, ¿verdad? “Pues lo que tenemos aquí, ¿qué va a ser la democracia?”, respondería, tal vez, el españolito medio.
Pero si pedimos algo más, si pedimos que se explique por qué se caracteriza una democracia, más de uno no sabría qué decir. O diría demasiado.
A mí me gusta lo sencillo, y lo más sencillo al hablar de democracia es quedarnos con lo que significa literalmente esta palabra: “gobierno del pueblo”.
Democracia es gobierno del pueblo.
Vale... ¿y a qué viene todo esto?
Viene a cuento de lo ocurrido recientemente en un municipio guipuzcoano, Lizartza. Allí, el pasado 2 de julio, los representantes de una minoría (7,6% de votos) tomaron posesión del gobierno municipal (100% de los concejales), contra la voluntad de la inmensa mayoría de los vecinos (92,4% de votos blancos más votos anulados, en este caso, por corresponder a un partido ilegalizado).
No debería hacer falta indicar que si una minoría (7,6%), gobierna así sobre una mayoría (92,4%), eso no puede considerarse, bajo ninguna circunstancia, democrático. Recordemos, democracia es gobierno del pueblo. Un gobierno del 7,6% del pueblo, podría considerarse una oligocracia (gobierno de unos pocos), pero nunca una democracia.
En Lizartza no hay, en estos momentos, ningún gobierno democrático y, por tanto, los que gobiernan allí no son demócratas.
Pero lo que más me ha llamado la atención del caso es que, en mi tierra, en La Mancha de Don Quijote, el hecho en cuestión apenas ha tenido repercusión. La supresión de una democracia en un municipio español no ha sido noticia. No se ha mencionado en los medios de comunicación. No aparece en los foros de Internet. No lo comenta la gente en las tertulias del café. Ha sido asumido con indiferencia, como si no tuviera importancia.
Imagino que en la mayor parte del estado español, exceptuando el País Vasco, ha ocurrido lo mismo.
Y es el motivo de esa indiferencia lo que más me preocupa. Independientemente de que muchos españoles puedan estar de acuerdo con la ilegalización de determinados partidos, pienso que si no ha habido reacción es porque ni los manchegos, ni los españoles, se han enterado de lo que los políticos han hecho. No se han enterado de que, al menos en un municipio, se ha suprimido la democracia. Es decir, como hace 50 años, cuando mandaba ese señor tan simpático del bigotito.
Y... ¿cómo no se han enterado? ¿Es porque no ha salido en los medios de comunicación? No lo creo. Los resultados electorales son públicos, la noticia de lo ocurrido en Lizartza salió en los telediarios. Con esa información, incluso pese a la manipulación que hubiera podido existir, cualquiera se hubiera dado cuenta de lo que ha pasado allí. Cualquiera que supiera lo que es una democracia, claro.
Y ese es el problema. Los españoles no saben lo que es una democracia. No saben que con ir a votar cada 4 años, a unos partidos sobre los que los ciudadanos no tenemos ningún control, no se cubren los requisitos, o más bien el requisito, el único requisito que tiene que tener una democracia. Que gobierne el pueblo. En Lizartza, en estos momentos, no gobierna el pueblo. Quién sabe en cuántos municipios más ocurre eso. O si ocurre en alguna comunidad autónoma. O si en España hay una democracia real.
Y si los españoles no sabemos lo que es una democracia, ¿cómo nos daríamos cuenta si no la tuviéramos?
Nos han vendido una moto. No sabemos lo que es una moto. ¿Es una moto eso que nos han vendido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario