No, no avanzamos, no abrimos camino hacia ese mundo más justo que queremos, porque las plazas están vacías, y las urnas, llenas.
Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.
sábado, febrero 16, 2019
No avanzamos
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España
miércoles, diciembre 19, 2018
¡Cuidado! ¡Que viene el loVOX!
Érase una vez un
pueblo que tenía mucho miedo, y con razón, del lobo. En una
ocasión, al escuchar al pastor gritar ¡que viene el lobo!, todo el
pueblo acudió corriendo a proteger el rebaño. Pero era una broma.
El pastor repitió la broma varias veces, hasta que, un día, los
vecinos no acudieron. Ese día el aviso era cierto, el lobo estaba
allí de verdad, y mató a las ovejas.
Los vecinos
fallaron, claro. Por dar crédito a un embaucador, por su ignorancia, actuaron
cuando y donde no era necesario, y no actuaron cuando y donde era
necesario actuar.
Y sufrieron las
consecuencias.
Sabiduría presente en los cuentos infantiles... que muy pocos aprendieron, al parecer.
Se ha generado estos últimos tiempos mucho miedo ante la irrupción de VOX. Por todas partes hay voceros gritando ¡que viene el lobo!, casi todos, llamando al voto a UP. Y muchos les creen. Recuerdan lo que pasó con los nazis, y tienen miedo. Y repiten su mensaje.
Y naturalmente, se
equivocan.
Porque es mentira.
Porque es mentira.
El lobo no viene
ahora, en este momento.
No puede venir,
porque ya estaba aquí. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue.
El lobo gobernaba España antes del 78. Ese año, lo maquillaron, lo hicieron pasar por perro fiel, y siguió gobernando. Hasta hoy.
El lobo gobernaba España antes del 78. Ese año, lo maquillaron, lo hicieron pasar por perro fiel, y siguió gobernando. Hasta hoy.
Como pasó antes y
después en tantos otros países.
Ya lo he dicho
muchas veces. Ya lo he demostrado muchas veces.
Lo llaman
democracia, y nunca lo ha sido.
Los parlamentos son
una herramienta de la oligarquía económica -el lobo-, que sirve
para anular al pueblo, manteniendo sometidos y dóciles a los pueblos
a los que gobiernan y esquilman. Siempre fueron eso. Hasta hace 200 años, todo el mundo lo sabía.
Y los partidos políticos que ocupan esos parlamentos son -y siempre han sido-
organizaciones cuya finalidad es canalizar la reacción popular hacia
acciones inocuas para el poder -como votar-.
Los partidos, las
elecciones, los “representantes”, impiden que el pueblo se
rebele, se organice y actúe eficazmente para protegerse del lobo.
¡Que viene el lobo, vótame, yo te salvaré!
¡Que viene el lobo, vótame, yo te salvaré!
Pues no, no nos van a salvar.
Todos los partidos
políticos sirven al poder económico. Todos los que salen en los grandes medios
de comunicación, al menos. Medios que sirven -son propiedad- de la oligarquía económica -el lobo-. Medios que seleccionan y dan
protagonismo a un reducido grupo de partidos, que son los
que pueden acceder a los gobiernos.
Al que no sale en la
tele, no le votan.
No nos representan.
Representan a los ricos, no a nosotros. Todos los partidos representan a los ricos. Ninguno nos representa a nosotros, el Pueblo.
Y sí, hoy, el lobo
tiene unos servidores nuevos. El lobo muestra una marioneta nueva en
su pata derecha. Y eso es malo.
Es consecuencia del
deterioro social y económico que producen años y años de gobierno
de la oligarquía económica. Cuando las cosas están ya muy mal, y
van a ir a peor, aparece la extrema derecha.
Pero la solución no
está en sus urnas, sus parlamentos, sus instituciones. La solución no está en
votar a la marioneta que tiene el lobo en su pata izquierda.
VOX es el lobo,
claro que sí. Y el PP lo es. Y C's. Y el PSOE.
Pero la otra
marioneta de su mano izquierda... ¡también es el lobo! UP, sí, UP,
también es el lobo*.
¿Cómo vamos a
protegernos del lobo siguiendo el camino que nos marca el propio
lobo?
Tenemos motivos para
preocuparnos. Hoy más que hace 30 años, más que hace 20, más que
hace 10... porque las cosas están peor. Y van a seguir empeorando.
Pero de nada sirve
actuar sin conocimiento. De nada sirve hacer más fuerte al lobo
alimentándolo con lo que quiere el lobo -votos-.
Y sí, por supuesto, de
nada sirve no hacer nada. Es obvio.
¿Tenéis miedo del
lobo? Pues organizaos y protegeros de él. Organizaos y combatidlo.
Organizaos y construir, para vosotros, para vuestros hijos, un mundo
mejor, un mundo justo, un mundo seguro.
Pero para no fallar,
como los vecinos del cuento, tenéis que saber. Enteraos de quién es
el lobo realmente. Enteraos de cómo se combate a este lobo. Enteraos
de cómo se vence a ese lobo.
Es fácil.
También lo he dicho ya millones de veces.
El camino a seguir se llama democracia. Pero la de verdad. La que nunca hemos tenido.
Sabiendo eso, es más
fácil no fallar. Es más fácil no dejarse engañar. Y no desviar la
atención del verdadero enemigo.
Dad un paso atrás.
Abrid bien los ojos. Dejad de mirar las marionetas. Mirad al lobo que
las maneja.
¿Lo veis? ¿No?
¿Lo veis? ¿No?
Pues mirad mejor.
Informaos. Leed. Contrastad la información.
El lobo no viene. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue.
Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.
El lobo no viene. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue.
Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.
* Cuando VOX no era
nadie, allá por 2014, el lobo comenzó a darle difusión en sus
medios. Pero ese año el lobo tenía a otro partido más que
promover. Aquí, ambos partidos siendo lanzados en una entrevista con una de sus propagandistas estrella.
Marioneta pata
derecha, marioneta pata izquierda.
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España
jueves, mayo 03, 2018
Radicales o necios
Imaginémonos una
situación cotidiana de la vida real.
Una persona, puede ser
cualquiera de nosotros, que viene sufriendo algún dolor, molestia o
cansancio anormal, acude a su médico, le hacen pruebas, y llega el
diagnóstico, y escucha algunas de esas palabras que nadie quiere
escuchar: tumor; maligno; cáncer. Pero, dentro de lo malo, hay
esperanza, le dicen, hay tratamiento, cirugía, quimio, erradicación
total de la enfermedad.
Aquí, sería lógico buscar una segunda opinión. Misma respuesta. El origen del mal está claro. El tratamiento, también.
Y entonces, y aquí llega lo sorprendente, esa persona, le dice al médico, no, mire, ese tratamiento es muy radical, con unos analgésicos para el dolor, unas vitaminas para el cansancio, ya me apaño, gracias.
Aquí, sería lógico buscar una segunda opinión. Misma respuesta. El origen del mal está claro. El tratamiento, también.
Y entonces, y aquí llega lo sorprendente, esa persona, le dice al médico, no, mire, ese tratamiento es muy radical, con unos analgésicos para el dolor, unas vitaminas para el cansancio, ya me apaño, gracias.
Hay quien lo ha
hecho, claro.
Pero no es normal.
¿Quién en su sano juicio actuaría así? ¿Quién en su sano juicio
no le diría al médico, adelante con ello, y cuanto antes, mejor?
¿Quién en su sano juicio, incluso sabiendo que hay tumores de lento
crecimiento que no van a llegar a causar daño nunca, incluso
sabiendo que hay cánceres que no tienen tratamiento hagas lo que
hagas, incluso sabiendo que te van a rajar el cuerpo con los riesgos
que eso conlleva, incluso sabiendo que, en el mejor de los casos, la
quimio te va a hacer polvo y te va a restar salud y calidad de vida durante
meses, o años... quién en su sano juicio no le diría al médico,
corte, queme, destruya, haga lo que sea, pero sáqueme eso de mi
cuerpo?
Es la manera lógica
y sensata de actuar para resolver un problema, de salud, o de
cualquier otra cosa: buscar el origen del mal, la raíz del problema,
la causa principal, y actuar ahí para solucionarlo.
Atacar la raíz del
problema. De sentido común.
En estas
situaciones, actuar sobre los síntomas, las causas secundarias, o
sobre las consecuencias de la causa principal, no sirve de nada.
Puede producir pequeños alivios temporales, que desaparecerán para
dejar paso, puesto que no se trata la raíz del mal, a consecuencias
y daños cada vez mayores.
Y así, hasta que el
problema se haga irresoluble definitivamente. Hasta que nos reviente.
Y sin embargo,
cambiando de ámbito, si no es una enfermedad de nuestro cuerpo, sino
social... no actuamos así. Actuamos de una forma totalmente
insensata. Sobre los síntomas, sobre las causas secundarias. No
actuamos sobre la raíz del problema.
Miseria,
inmigración, desempleo, pensiones, machismo, sanidad, educación,
derechos humanos, represión, ayuda humanitaria al tercer mundo...
los síntomas son todos gravísimos, la necesidad de actuar para
paliarlos es incuestionable.
Pero... ¿por qué
no actuamos sobre la raíz del problema? ¿Por qué no hacemos
también el esfuerzo de acabar con la enfermedad que provoca todos
esos síntomas? ¿Es que no es eso lo más importante? ¿Acabar con
la enfermedad no acabaría, radicalmente, con todos los males?
Pero no. Lo radical
es malo, lo dice la tele. El único camino posible es tratar los
síntomas. Lo dice la tele. La reforma.
Aspirinas y
vitaminas para tratar un cáncer maligno, el peor de todos, el que
afecta a toda la sociedad.
Absurdo. Irracional.
Nadie en su sano juicio actuaría así. Nadie en sus plenas
facultades mentales actuaría así.
Pero lo hacemos. Lo hacemos mal.
Es necesario actuar
sobre la raíz del problema. Ser radical.
Es lo sensato. De
sentido común. De cajón.
Diga lo que diga la
tele.
Ser radical es
positivo. Es necesario. Es vital.
Yo soy radical. Actúo sobre la raíz de los problemas. De todos los problemas.
Capitalismo en lo económico. Representación en lo político. El cáncer.
¿La solución? ¿El tratamiento, la cura? Sólo puede existir una: la democracia.
O nos ponemos a ello, o nos ponemos a trabajar para erradicar, totalmente, la enfermedad, o malgastamos recursos y energías en tratar síntomas, conseguir pequeños alivios no duraderos, para que, al final, todo vaya cada vez peor.
Esa es la elección.
Yo soy radical. Actúo sobre la raíz de los problemas. De todos los problemas.
Capitalismo en lo económico. Representación en lo político. El cáncer.
¿La solución? ¿El tratamiento, la cura? Sólo puede existir una: la democracia.
O nos ponemos a ello, o nos ponemos a trabajar para erradicar, totalmente, la enfermedad, o malgastamos recursos y energías en tratar síntomas, conseguir pequeños alivios no duraderos, para que, al final, todo vaya cada vez peor.
Esa es la elección.
LO LLAMAN DEMOCRACIA, Y NUNCA LO HA SIDO.
La mayor estafa de
la Historia. Los timados, nosotros.
Quien quiera entender, que entienda.
Corto, y cierro.
miércoles, mayo 02, 2018
La lucha medioambiental de Lisa Simpson, o la respuesta a la cuestión ¿ruptura o reforma?
Hay un episodio de “Los Simpson” en el que Lisa, en el papel de
activista medioambiental, consigue “conmover” al Sr. Burns -el
Poder-, convenciéndole de la necesidad del reciclaje. Así,
partiendo de la archiconocida imagen del pájaro atrapado por las
mallas que sujetan las latas de refrescos, el Sr. Burns construye una
megafactoría pesquera donde, con una macro red de arrastre
gigantesca, hecha con los plásticos reciclados de las latas, captura
todo tipo de fauna marina por el método del arrastre, causando un
daño medioambiental mucho mayor que el que Lisa quería evitar con
su activismo.
Aún siendo una
narración fantasiosa de un episodio de dibujos animados, esta escena
no deja de reflejar algo que está ocurriendo, una y otra vez, en
nuestras sociedades modernas: un Sistema absolutamente podrido que
corrompe, como no puede ser de otra manera, todas las ideas e
iniciativas que le llegan, incluso las que van respaldadas por la
justicia más elemental, la más absoluta necesidad, el sentido
común, o las mejores intenciones.
No tengo necesidad
de pensar mucho para que me vengan a la mente montones de ejemplos de
esta realidad. Por citar algunos:
La protección
social (desempleo, subsidios, pensiones, dependencia), que no sólo
es insuficiente o inexistente en muchos casos para personas que
realmente lo necesitan -a quien se supone que debería ir dirigida
esa protección-, sino que, mal aplicada, ha creado una clase social
nueva, de pequeños parásitos, que viven de lo público sin aportar
nada positivo a nuestra sociedad. Unos parásitos que, siendo
estadísticamente muy pocos y causando un perjuicio global muy poco
relevante, son magnificados por los medios de manipulación del
Sistema para desprestigiar -todavía más- los sistemas públicos de
protección social, con el obvio objetivo de acabar con ellos.
En el ámbito de la
Sanidad, cómo se ha convertido lo que podría considerarse un
derecho, la libertad de elección de la atención sanitaria que cada
uno considere conveniente -Sanidad Privada-, en un sistema perverso
de mercantilización de la salud, donde se ha puesto precio a las
vidas y a la calidad de vida de las personas, donde unos viven y
otros sufren y mueren en función de lo que puedan pagar, donde se
administran medicamentos y tratamientos nocivos -e innecesarios-
porque resulta económicamente beneficioso para algunos, donde se
está deteriorando deliberadamente el Sistema Público Sanitario para
beneficio económico de unos pocos.
Siguiendo dentro del
ámbito sanitario, las Unidades de Gestión Clínica, que igualmente,
partiendo de una idea correcta, la gestión por parte de los
profesionales que tienen la experiencia para saber lo que se
necesita, se ha convertido igualmente en una pantalla para generar
beneficios económicos para algunos a costa de mermar la calidad de
la atención sanitaria de las personas.
Cambiando de ámbito,
la educación inclusiva, que, siendo una práctica absolutamente
fundamental en una sociedad donde prime el respeto y la convivencia,
sirve en nuestro caso para deteriorar la educación de los chavales,
tanto de los que tienen necesidades educativas especiales -que no se
atienden-, como para los que no las tienen -a los que se atiende aún
menos que antes, si eso es posible-.
O la escolarización
obligatoria hasta los 16 años, o la producción “ecológica”,
o... podría poner miles de ejemplos como estos, casos reales,
cotidianos, porque este mal afecta a prácticamente todo lo que hacen
nuestros actuales gobiernos.
Estos últimos 30
años de Historia de nuestro país -y también fuera- han supuesto
una sucesión de reformas político-administrativas que han ido
reduciendo calidad de vida, derechos y libertades de las personas,
minimizando los potenciales beneficios que el progreso tecnológico y
el trabajo nos habrían permitido alcanzar. Añadiendo a eso el daño
que hemos causado fuera de nuestras fronteras, con el expolio
genocida de los recursos naturales de determinados lugares del tercer
mundo.
Reformas todas ellas
amparadas o excusadas en principios o causas aparentemente justos, o
necesarios.
No es posible. En
ningún ámbito. No hay reforma posible que cambie esto. No hay
medida correctora “posibilista” que pueda funcionar. No hay
reivindicación justa que pueda sacarse adelante. No a gran escala,
no para todos. Pequeñas reparaciones individuales, o para unos pocos,
puede. Pero medidas que mejoren las vidas de todos, de los más
necesitados, de los que más sufren... no. Reformas que no nazcan ya
corrompidas, reformas que no se corrompan al poco de ser
instauradas... no.
No se puede.
No mientras los fundamentos del Sistema, la base, el núcleo, la raíz... estén podridos.
Es el capitalismo -en lo económico-. Es la representación -en lo político-.
Mientras estos sistemas sigan vigentes, hegemónicos, mientras sean aceptados y sostenidos mayoritariamente por la sociedad, no se puede.
Mientras la eliminación de este mal, mientras la implantación de la cura -la democracia-, no sea reivindicación y objetivo básico de cada movimiento, de cada organización o grupo de activistas, de cada persona que quiera realmente cambiar las cosas, sea cual sea su reivindicación o ámbito de acción concreto... mientras no actuemos en la raíz del mal... esto no va a mejorar.
No mientras los fundamentos del Sistema, la base, el núcleo, la raíz... estén podridos.
Es el capitalismo -en lo económico-. Es la representación -en lo político-.
Mientras estos sistemas sigan vigentes, hegemónicos, mientras sean aceptados y sostenidos mayoritariamente por la sociedad, no se puede.
Mientras la eliminación de este mal, mientras la implantación de la cura -la democracia-, no sea reivindicación y objetivo básico de cada movimiento, de cada organización o grupo de activistas, de cada persona que quiera realmente cambiar las cosas, sea cual sea su reivindicación o ámbito de acción concreto... mientras no actuemos en la raíz del mal... esto no va a mejorar.
No es posible.
Al contrario, irá
cada vez peor.
¿Ruptura o reforma?
No, esa no ha sido
nunca la elección real.
Democracia o
representación.
Democracia o
“reforma”.
Utopía o
posibilismo.
Ruptura o más de
lo mismo.
Esa ha sido siempre la elección.
Esa ha sido siempre la elección.
martes, mayo 01, 2018
A la mierda el Primero de Mayo
“Cuando los socialistas de estado en el Congreso de París de
1889, definieron el 1º de Mayo como un día de huelga internacional,
fue meramente una de esas definiciones platónicas que se hacen en
los congresos simplemente por declarar un principio, y que son
olvidadas tan pronto como el congreso termina. Tal vez pensaron que
esa decisión podría ayudar a darle importancia a su partido, y a
serle útil a ciertos hombres como cabecera electoral; pues
desgraciadamente estas personas parecen tener corazones que solo
laten con entusiasmo por propósitos electorales. En cualquier caso,
sigue siendo cierto que desde el momento en que percibieron que la
idea se había abierto paso, y que las manifestaciones se volvieron
imponentes y que amenazaban con llevarles por senderos
revolucionarios, se esforzaron por controlar el movimiento y por
despojar el significado que el instinto popular le había dado. Para
probar esto, no se requiere más que recordar los esfuerzos que se
han hecho por cambiar la manifestación desde el primer día de
mayo al primer domingo de mayo. Puesto que no es la regla
trabajar los domingos, hablar de suspensión del trabajo en ese día
es simplemente una farsa y un fraude. Ya
no es una huelga, ya no es un medio para afirmar la
solidaridad de los trabajadores y su poder de resistir las órdenes
de los empleadores. Queda como un simple fête o feriado
— un poco de marcha, unos cuantos discursos, unas pocas e
indiferentes resoluciones, con el aplauso de grandes o pequeñas
congregaciones — ¡eso es todo!
Y para matar con aún más eficacia al movimiento que sin pensarlo comenzaron, han llegado a tal punto de querer pedir al gobierno ¡que declare el 1º de Mayo feriado oficial!”
Errico Malatesta, 1893.
Un evento festivo para que esos descontentos que tienen cargo de conciencia, por la sociedad injusta y despiadada que consentimos y mantenemos, puedan limpiar ese cargo fácil y rápidamente, y volver al rebaño al día siguiente.
Un evento festivo útil para maquillar un poco más el Régimen: "como ahora se puede protestar, vivimos en democracia”.
Este Primero de Mayo no es el
Primero de Mayo de 1893.
Este es
un paripé. Una feria. Un
aburrido y patético desfile que sirve para maquillar y sostener al
Régimen. Un desfile en el cual todavía, y esto es lo más triste,
participan, con toda su buena intención, unas
cuantas almas cándidas que,
creyendo que hacen algo por cambiar las cosas, en realidad no hacen
nada más que
seguir el guión establecido por el Régimen.
Este movimiento no es el que Malatesta quería salvar en 1893. Ese está muerto. Este “movimiento” es como el de la noria de un hamster, vueltas y más vueltas, haciendo lo mismo una y otra vez, sin llegar jamás a ninguna parte.
Paseo. Pancartas. Gritos. Discursos. Aplausos. Fiesta. Y a casa.
Año tras año. Lo mismo una y otra vez. Girando la rueda, para que todo siga igual.
¿Hasta cuando vamos a estar cometiendo los mismos errores?
¿Cuándo vamos a madurar? ¿Cuándo vamos a evolucionar?
Lo repito de nuevo, así NO es como se lucha.
Así, se hace el primo. Así, se hace el ridículo.
Y así, se pierde.
Y para matar con aún más eficacia al movimiento que sin pensarlo comenzaron, han llegado a tal punto de querer pedir al gobierno ¡que declare el 1º de Mayo feriado oficial!”
Errico Malatesta, 1893.
Más claro, agua.
Hoy, el 1º de mayo es fiesta oficial.
Y, como anunciaba Malatesta, hoy, el
“movimiento” está muerto, y bien muerto.Hoy, el 1º de mayo es fiesta oficial.
"Un poco de marcha, unos cuantos
discursos, unas pocas e indiferentes resoluciones, con el aplauso de
grandes o pequeñas congregaciones... y eso es todo."
Y después, a casa sin haber hecho
nada útil por nadie, pero con la conciencia tranquila, después de
la dura mañana de “lucha”.
De “lucha” programada por el
Régimen, en un día festivo oficial del Régimen.
Un evento festivo para que los descontentos desfoguen y
vuelvan al rebaño al día siguiente.Un evento festivo para que esos descontentos que tienen cargo de conciencia, por la sociedad injusta y despiadada que consentimos y mantenemos, puedan limpiar ese cargo fácil y rápidamente, y volver al rebaño al día siguiente.
Un evento festivo útil para maquillar un poco más el Régimen: "como ahora se puede protestar, vivimos en democracia”.
Este movimiento no es el que Malatesta quería salvar en 1893. Ese está muerto. Este “movimiento” es como el de la noria de un hamster, vueltas y más vueltas, haciendo lo mismo una y otra vez, sin llegar jamás a ninguna parte.
Paseo. Pancartas. Gritos. Discursos. Aplausos. Fiesta. Y a casa.
Año tras año. Lo mismo una y otra vez. Girando la rueda, para que todo siga igual.
¿Hasta cuando vamos a estar cometiendo los mismos errores?
¿Cuándo vamos a madurar? ¿Cuándo vamos a evolucionar?
Lo repito de nuevo, así NO es como se lucha.
Así, se hace el primo. Así, se hace el ridículo.
Y así, se pierde.
“Si
buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”
Albert
Einstein.
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