domingo, julio 03, 2016

¿Y ahora, qué?

Bueno, pues ya hemos votado.

Y ahora toca preguntar a quienes afirmaban que los cambios vienen de las urnas, esto es, que los cambios los tienen que sacar adelante los políticos electos desde las instituciones:

¿Y ahora, qué? ¿Cuál es el plan? ¿Qué hacemos hoy, mañana, pasado mañana, cada día de aquí hasta la próxima cita electoral?

O de otra manera:

¿Qué ocurre si ese partido que iba a poner freno a tanta injusticia, miseria y corrupción no ha ganado las elecciones? ¿Cuál es el plan B?
Porque habrá un plan B... ¿no?

Son preguntas retóricas, claro.

No hay ningún plan B.

La propuesta de “acción” de todos esos pregoneros del voto partidista es, de aquí a los próximos cuatro años -posiblemente menos-, quejarse amargamente en la barra de algún bar de lo malo que es el PP y sus socios necesarios para el actual gobierno naciente. Cada día. Todos los días.
O también quejarse en Internet, ojo. Replicar comentarios en los foros y en las redes sociales criticando al PP&Cía.

Y esperar.

Esperar a que suene la flauta la próxima vez.
O la siguiente.
O la siguiente.
Y esperar a que, si suena la flauta, el partido-que-todo-lo-va-a-arreglar no incumpla sus promesas -como hacen siempre-.
Y si las incumple, pues esperaremos más. A otro partido.
Y a otro más.
Y... bueno, después de esperar lo suficiente, estaremos muertos, así que ya dará igual. Y serán otras generaciones las que sigan tirando de la noria electoral. Hasta que la cosa reviente.

Gran propuesta.
Al menos, cómodo sí que es. Para algunos. Sólo hay que esperar.

Que bueno, no todos se quedan en sólo-votar-y-después-llorar. Algunos dicen que hay que seguir luchando.
Desde los partidos, también lo dirán. Participando en alguna reivindicación, algún acto de protesta, alguna manifestación, tal vez. Alguna huelga de un día. Cosa de poco, que no moleste en demasía al Poder establecido.
Y siempre, eso sí, con las pancartas y distintivos del partido de turno. Eso es lo principal.
No el derecho o la libertad que se reivindica. Eso es secundario.
Lo principal es hacer proselitismo del partido. Que se vea bien quien convoca. Hay que mejorar los resultados electorales.

Hacer proselitismo del partido, y esperar. Mola, ¿a que sí?



P.D.

Quien realmente quiere hacer algo, no espera cuatro años. Lo hace.
O al menos, lo intenta. Hoy, mañana, pasado mañana.

El día de cambiar las cosas no era el 26J.

El día es hoy, y el momento, ahora.

No hay comentarios: