martes, septiembre 18, 2007

¿Ayudas para quién?

Ya está el actual gobierno tomando las últimas medidas de la precampaña oficial. Entre ellas, la de las subvenciones de 210 €/mes durante 4 años a los jóvenes de 22 a 30 años que ganen menos de 22.000 € anuales, para alquiler de viviendas.

Reflexionemos un poco sobre esta ayuda:

Una obviedad: la medida es discriminatoria, es injusta. Discrimina a los menores de 22 años y a los mayores de 30 años. Si el problema es la falta de ingresos, los límites para recibir subvenciones tendrían que ser exclusivamente por ingresos, no por edad. Y las ayudas proporcionales a la necesidad, no fijas.

Otra obviedad: una parte de los potenciales inquilinos van a disponer de más dinero para pagar alquileres. Puesto que el alquiler de viviendas está liberalizado, eso supone que los precios se van a adaptar, al alza, al nuevo nivel adquisitivo de los “consumidores” del mercado de alquiler. Es decir, que los alquileres van a subir, no 210 €, naturalmente, pero subirán, tanto más cuanto más ayudas se repartan.

Y una tercera obviedad: El dinero de estas subvenciones no sale de los bolsillos del presidente del gobierno. Sale de los bolsillos de todos los ciudadanos. Por tanto, la medida lo que supone es un “reparto de riqueza”: se toman fondos de unos ciudadanos, y se dan a otros. Unos ganan, otros pierden.

Analicemos:
¿Quién gana con esta medida?
1) Los perceptores de la ayuda, algunos de los cuales realmente la necesitan para emanciparse. Otros no la necesitan. Y ojo, que sólo dura 4 años.
2) Los propietarios de viviendas en alquiler, que van a ganar más dinero con la subida de los precios. Estos no necesitan esta ayuda en absoluto.

¿Quién pierde con esta medida?
1) Los ciudadanos que pagan impuestos. No será una afección significativa, tocamos a poco.
2) Los que van a alquilar viviendas pero no van a recibir la ayuda. A la mayoría no les afectará demasiado, pero unos pocos (rentas más bajas) van a notar mucho la subida del alquiler. Algunos no podrán emanciparse (incluso con más de 30 años) o tendrán que volver al nido.

Es difícil evaluar si el efecto global de estas subvenciones es positivo o negativo. Entre los más necesitados de apoyo social hay perjudicados, pero también beneficiados.
Sin embargo, es más penoso que un “maduro” de 35 años no pueda emanciparse, que el que no pueda sea un “chaval” de 25 años. Y no digamos si estamos ante el daño causado a un pensionista con una ínfima pensión. Es decir, aunque globalmente no podamos estimar con seguridad el efecto de esta medida, lo que está claro es que es perjudicial para los casos más extremos de personas necesitadas.
Y también está claro que para los propietarios de viviendas en alquiler la medida es beneficiosa.

Los más necesitados pierden, los que más tienen ganan.

¿Por qué aplica entonces esta medida, tan poco social, un gobierno socialista?
Calculemos un poco.

Inversión anual 2008: 411 millones de euros (según Solves).
Ayuda por joven/año: 210*12=2.520 €.
411 M/2.520 = aproximadamente 160.000 jóvenes subvencionables = 160.000 potenciales votantes agradecidos, de forma directa. Más indirectos.

Una pregunta fácil. Teniendo en cuenta estos datos... ¿para quién es la ayuda realmente?

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