miércoles, febrero 17, 2016

Propuesta de Podemos al PSOE: ¡Peligroso radicalismo antisistema!

“La propuesta de reforma del Sistema electoral de Podemos es una mierda. Lo tengo que decir así de claro porque no hay otra forma buena de decirlo.”

La frase no es mía, pero es tan acertada que tenía que plagiarla.

He aquí la propuesta:



Un país para la gente: bases políticas para un gobierno estable y con garantías (página 74)
 
En caso de no ser posible la reforma electoral por adelanto electoral o bloqueo en el Senado por parte del Partido Popular, el Gobierno del Cambio propone que se tramite en el Congreso la reforma urgente –con carácter transitorio hasta la citada reforma constitucional– de los artículos 162.2 y 162.3a de la LOREG, que pasarían a tener la siguiente redacción:
1. A cada circunscripción electoral le corresponde un mínimo de un diputado.
2. Los doscientos noventa y ocho diputados restantes se distribuyen entre las provincias en proporción a su población, conforme al siguiente procedimiento:
  a. Se obtiene una cuota de reparto resultante de dividir por doscientos noventa y ocho la cifra total de la población de derecho de las provincias peninsulares e insulares.

La propuesta íntegra se puede descargar aquí.



Naturalmente, esta propuesta va precedida de una muy elaborada declaración de intenciones: lo que querrían hacer, si pudieran... modificar la Constitución.

Pero claro, ahí están los malvados del PP con mayoría absoluta en el Senado, dispuestos a impedir cualquier cambio constitucional. Y por eso las buenas intenciones de los líderes podemitas no pueden salir adelante y, en consecuencia, deben rebajar sus pretensiones y conformarse con una simple reforma de la Ley Electoral.

Una reforma de la Ley Electoral que consiste en reducir el número de escaños mínimos por provincia de 2 a 1 en las elecciones generales al Congreso.

Y eso es todo, amigos. No busquen más, que no lo hay.

Gran innovación. La nueva política. Radical. Antisistema a tope. ¡Oh, yeah!



Para el que le interese, dejo aquí un enlace a un texto donde se analiza esa medida -entre otras- y se concluye que de aplicarse apenas cambiaría nada.



Pero lo peor no es que esa propuesta sea pura estética. Lo peor es la oportunidad perdida: sólo tocando la Ley Electoral se le puede dar vuelta y media a nuestro Sistema electoral, en varios sentidos. Para empezar, se puede:

1) Minimizar el déficit de correspondencia votos-escaños utilizando escaños compensatorios, eliminando el corte del 3%, sustituyendo el método D'Hondt por el proporcional de restos mayores, y dando representación al voto en blanco en forma de escaños vacíos.

2) Mejorar algo más la representatividad repartiendo justa y equitativamente los espacios mediáticos entre todas las candidaturas.

3) Y mejorar todavía más la representatividad regulando el gasto electoral para que sea igualmente equitativo.

Y todo ello sin tocar la Constitución. Pasando por encima del Senado. Que, legalmente, se puede.

Y estas son medidas insuficientes, que no alcanzarían plenamente la raíz del problema. Aunque mejorarían bastante las posibilidades.

Pero ni a eso llegan. Ni se acercan. Ni una pizca de mejora. Ni una pizca de avance hacia una democracia real.

Una mierda, vamos.

Ah, y obviamente, el titular es irónico.

Mismos perros, distintos collares.

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