Hace un tiempo se
reunieron unas cuantas personas, de distinta procedencia e ideología,
pero con muchas ganas de cambiar las cosas, en la Asamblea ciudadana
de Ciudad Real.
Al terminar, la Asamblea había dejado de existir, y quedaba en cambio una candidatura electoral, Ganemos, presuntamente de convergencia,
apoyada por más o menos la mitad del centenar de ciudadanos que
llegaron a estar presentes en la reunión.
Más adelante,
varios partidos (IU, EQUO, Demos+ y UCIN) daban los pasos necesarios
para sacar adelante esa candidatura conjunta.
Uno de esos pasos
era elaborar la lista electoral. La madre del cordero.
Se optó por unas
primarias abiertas a la ciudadanía, y se escogió un sistema de
elección de candidatos en el que todos estaban de acuerdo.
Pero, tras las
votaciones, EQUO, Demos+ y UCIN se han bajado del carro. Según Juan
Carlos Vidal, portavoz de EQUO, por falta de pluralidad en la lista resultante.
La crítica fácil
es meterse con el candidato de EQUO, “se va porque ha quedado el
18”. “Menudo demócrata de pacotilla”. Bla, bla, bla.
Pero que en la lista
de Ganemos no hay pluralidad es evidente: es básicamente la lista de
IU, pero con otro nombre.
Esto es, de
convergencia, nada. No sólo porque no hay candidatos de esos otros
partidos en las primeras posiciones (las únicas que cuentan), sino
porque tampoco hay delante ciudadanos independientes ajenos a los
partidos.
Es de cajón que ahí
sobra todo el mundo que no pertenezca a IU.
En cualquier caso,
para mí, lo más interesante es cómo elaboraron la lista.
Resulta que cada
votante podía escoger 26 candidatos, ordenados. Esos candidatos se
puntúan inversamente a su posición, se suman sus puntos totales de
todos los votos, se ordenan, y ya tenemos la lista electoral.
Sin embargo, era
obvio lo que iba a ocurrir. Si votaba una mayoría de simpatizantes
de IU (como era más que esperable, dada su mayor presencia en la
capital, su historial de votos, etc.), no pocos candidatos de IU iban
a tener muchos más puntos que los demás.
El sistema de voto
elegido, pese a ser una variante de las listas abiertas, no es más
que otro fiasco antidemocrático para elegir una facción ganadora,
que se lleva todo el premio.
Comparable al que se
usa en las elecciones al Senado, también con listas abiertas, donde
se eligen los candidatos de 3 en 3, y claro, casualmente, todo el
mundo elige a los 3 de su partido.
También equiparable
con el sistema escogido en Podemos a nivel nacional, que ha dado como
resultado un Consejo “participativo” en el que casi todos los
miembros, casualmente, son de la facción de Sr. Iglesias.
Pregunta: ¿cómo es
que los de IU colaron (involuntaria o deliberadamente, no sé) ese
Sistema de voto a EQUO, Demos+ y UCIN? ¿Es que ninguno sabe nada de
elecciones, de sistemas de voto? ¿Es que no tienen ya suficiente
experiencia en chapuzas electorales con nuestro Sistema político,
nuestra Ley Electoral, nuestra Constitución? ¿Es que no saben nada
de democracia?
Al parecer, no.
Y a consecuencia de
tanta ignorancia, ahora tenemos la habitual lista de IU, por un lado,
y por otro a EQUO y UCIN intentando formar, a toda prisa, una candidatura “ciudadana”. ¡Bravo por la convergencia!
En fin, un consejo
desinteresado. Todavía están a tiempo de presentar una única
candidatura, todos juntos. ¿El método? Sorteando todas las
posiciones de la lista electoral. Más democrático que eso,
imposible. Todos iguales, todos las mismas oportunidades.
Ah, y... ¿nos suena
de algo lo de la rotación de cargos y limitación de mandatos?
Carmen Soánez, cabeza de lista, otra vez, de I... digo, de
Ganemos... acaba de ser concejal. Ha cumplido con su tiempo de
servicio público. Ahora toca a otros hacerse cargo de esa
responsabilidad.
Si se pretende funcionar democráticamente, claro.
¿Se pretende?
No hay comentarios:
Publicar un comentario