Según el artículo 1 de nuestra Constitución, uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico español es el pluralismo político. Y según el artículo 6, los partidos políticos “expresan el pluralismo político”, manifiestan “la voluntad popular” y “son instrumento fundamental para la participación”.
Es decir, en el estado español, el pluralismo político, al parecer, es fundamental y se expresa por medio de los partidos políticos.
Una condición necesaria que debe cumplirse en una democracia representativa de partidos, es el hecho de que los ciudadanos tengan un partido que les represente. De Perogrullo. Si un ciudadano no tiene quien le represente, no participa, está excluido de la democracia. Incluso aunque vote. Votar no es suficiente, hay que tener a quién votar.
Para garantizar esa representatividad, los partidos deben poder ser creados libremente y optar a ser elegidos por los ciudadanos en igualdad de condiciones con los demás. Los ciudadanos tienen que conocer cada opción de voto tan bien como las demás, para tener la posibilidad de elegir, acertadamente, el partido que verdaderamente les represente.
Con esta libertad e igualdad de condiciones se podría evitar la perpetuación en el poder de determinadas personas, familias o grupos, permitiéndose la entrada de “sangre nueva” en la política y la aparición de nuevos proyectos políticos innovadores. Se podría renovar la democracia. Podría haber cambios.
Pero volvamos a España: según sigue el artículo 6 de nuestra Constitución, la creación de un partido y “el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley”. Es decir, en España se puede crear un partido libremente, aunque con las excepciones que marca la Ley de partidos. De lo de la igualdad de condiciones, como que no se menciona.
Y ahí llegamos a Rosa Díez y a su Unión, Progreso y Democracia (UPyD). Cuando Rosa ha acudido a las grandes entidades financieras, que otorgan préstamos y condonan deudas a los partidos como quien vende rosquillas, se ha encontrado con que el grifo, para ella, estaba cerrado. No hay créditos para UPyD.
Y en UPyD lloran. Denuncian la desigualdad de trato, las barreras a los partidos nuevos, el oligopolio de los partidos “que ya están”...
Como si fuera algo nuevo. Llevamos así 30 años. Parece mentira, esta mujer, tanto tiempo viviendo de la política y aún no se había enterado.
Sin financiación, un partido político nuevo no es nada. No tiene la menor posibilidad de conseguir resultados. Es vital una financiación para promocionarse, salir en los medios lo suficiente, hacer que la gente lo conozca, que se familiarice con él. Porque casi nadie votaría a un partido desconocido, ¿verdad? Al igual que no se compra un detergente desconocido, o una marca de leche desconocida... compramos lo que conocemos, lo que nos anuncian por la “tele”, lo que nos es familiar, lo que “nos suena”. Y a la hora de votar es igual. Si no sales por la “tele”, si no hablan de ti en las tertulias de la radio, si no sale tu foto en la prensa, no te vota ni el Tato.
De esta manera, se puede tener una Constitución “maravillosa” donde se otorgue libertad para crear partidos, donde se hable de valores fundamentales como el pluralismo político, y sin embargo no tener problemas para mantener en el poder a un número limitado y controlado de partidos. Para evitar que partidos “non gratos” al poder económico entren en el panorama político, basta con no financiarlos y no mencionarlos en los medios. Así de fácil.
Una curiosidad: ¿Sabe que actualmente hay más de 3.000 partidos inscritos en el Registro del Ministerio del Interior? ¿Y a cuántos de sus líderes ha visto en los debates de la “tele”?
1 comentario:
Grandísima verdad, aunque en este caso no lo siento en absoluto: Rosa y sus compis son unos oportunistas, aparte de unos nacionalistas españoles que intentan camuflarse bajo siglas atractivas de "unidad" y "democracia".
Me ha encantado lo de "Parece mentira, esta mujer, tanto tiempo viviendo de la política y aún no se había enterado". Realmente esta mujer es la polla.
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