Siguiendo con los datos del Ministerio de Educación y Ciencia, encontramos una comparativa del ratio alumnos por profesor de distintos países. Un extracto:
España vs Finlandia. He seleccionado estos datos porque Finlandia cuenta con uno de los mejores sistemas educativos de la Unión Europea y España con uno de los peores, como queda reflejado, por ejemplo, en el porcentaje de abandono educativo temprano.
En España, en el año 2006, un 30% de los jóvenes habían dejado las aulas con una formación insuficiente. En Finlandia, menos de un 10%. La diferencia es abrumadora: es la que hay entre un país con un sistema educativo tercermundista, España, y otro con un sistema educativo del primer mundo, Finlandia.
Otra observación: en el artículo anterior comentaba que el ratio de alumnos por profesor no es demasiado significativo a la hora de valorar la calidad del sistema educativo. Podemos comprobar con estos datos que efectivamente así es. El ratio de alumnos por profesor es comparable en España y Finlandia, incluso es mayor en Finlandia. Sin embargo, a pesar de ello, el sistema educativo finés funciona mucho mejor que el nuestro.
¿Cual es la explicación para este fenómeno? ¿Por qué los finlandeses, con los mismos profesores por alumno, lo hacen mucho mejor que nosotros?
Dice el dicho popular que más vale calidad que cantidad. Y ahí está la clave de nuestro problema con el sistema educativo. No es cuestión de cantidad, aunque no vendrían mal unos pocos medios más, sino de calidad. Nuestro sistema educativo no tiene calidad.
Falta calidad a todos los niveles. Falta calidad en el profesorado, en la dirección de los colegios, en el diseño de los planes de estudio, en la aplicación de esos planes adaptándose a la realidad de nuestras escuelas, en las condiciones de respeto, atención y convivencia en las que se tienen que desarrollar las clases, en la elección de las asignaturas y la importancia de estas a la hora de realizar el reparto de las horas lectivas, en los horarios no adaptados a las necesidades de los alumnos y sí a las de padres y profesores, en la distribución de los alumnos en las aulas... Falta calidad en las decisiones de los dirigentes del sistema educativo, personas incompetentes para esa tarea, que además utilizan la educación para hacer política; y falta calidad en la labor de los padres, que fallan al desatender y maleducar a sus hijos (sí, también es este el problema). Y, sobre todo, falta calidad en la labor de gobierno de todos nosotros, ciudadanos del estado español, al permitir que el futuro de nuestros escolares esté en las manos de una clase política que ha demostrado, y demuestra cada día, que entre sus prioridades no está dar una buena formación a los futuros ciudadanos.
Ese es mi diagnóstico. Esa es la enfermedad que padece nuestro sistema educativo. ¿La causa última? ¿El origen de la enfermedad? Nosotros. Los ciudadanos. Los españolitos de a pie.
Y en nuestras manos está también la cura.
2 comentarios:
Soy profesor de secundario y he de decir que esa ratio no será falsa, pero sí engañosa. Si dividimos el número de alumnos entre el número de profesores, probablemente esa sea la cifra que obtengamos, pero es engañoso. Realmente, en un aula podemos tener hasta 32 alumnos en las asignaturas comunes de secundaria, unos 20-25 en el resto. ¿Por qué? Un ejemplo: en un instituto hay 2º de ESO A, B y C. En cada grupo hay digamos 25 alumnos y a esos alumnos (75) y a esos alumnos les dan clase 9 profesores. La división nos sale, efectivamente 8,2 alumnos por profesor. Esta es la ratio, pero esto no quiere decir que yo tengo a 9 allumnos en clase, sino a 20. ¿Por qué? En España el profesor de inglés da solo inglés y por tanto el profesor de inglés da inglés en muchos cursos a 25 alumnos en cada curso, mientras en otros países el profesor da a lso mismos alumnos varias asignaturas. Así, aquí un profesor puede tener hasta 150 alumnos diferentes en un curso: 80 de inglés en 2º ESO una ética de 30 alumnos en 4º, dos alternativas en tercero 60...
Es decir, la ratio es más baja en España, pero lo importante es cómo organizamos a esos profesores, porque lo importante no es dividir estudiantes por profesores, sino cuántas personas tenemos en un aula. Yo he dado este año dos éticas con 32 alumnos por aula!!!!
Estimado anónimo: estoy completamente de acuerdo. Y eso mismo decía en la entrada del blog previa a esta, en la que también se habla de nuestro sistema educativo:
Ahí está explicada la forma en que nuestros mandamases usan la información estadística de forma "engañosa"... en concreto este ratio "alumnos por profesor".
En cualquier caso, se agradece el comentario. :-)
Un saludo,
PD. Yo también soy profesor de secundaria.
Publicar un comentario