viernes, octubre 21, 2016

Resolución de conflictos: vuelta al 15M, y otros

Cuando surge una situación del conflicto, el objetivo de los implicados siempre es, se tenga o no consciencia de ello, que se produzca una transformación. Esto es, que las cosas cambien.

Una consecuencia de ello es que, si tras un conflicto no se produce una transformación, entonces se puede considerar que, para los implicados, la resolución del conflicto ha supuesto un fracaso.

Cinco años después del 15M, podemos valorar si se ha producido ese cambio que se buscaba entonces o no, o, si se ha producido algún cambio, en qué grado.

Que cada uno tendrá su valoración subjetiva sobre ello. Por mi parte, como soy de trabajar con datos y hechos y no con ilusiones o emociones, me quedo con lo que puedo medir y contrastar.
Y lo único significativo que se puede apreciar de diferente entre el 2011 y el 2016, que pueda tomarse como consecuencia directa del 15M, es que hay un nuevo partido político relevante -plenamente integrado ya- en nuestro escenario partitocrático. Y poco más.

Y para ese viaje no hacían falta alforjas.

De otra manera: si en 2011 la necesidad de transformación quedaba limitada a la necesidad de una nueva organización de políticos profesionales de un color determinado, ¿no se podía haber afrontado racionalmente la gestión de esa necesidad y haber creado el partido, sin tanto jaleo? ¿Era necesario tanto ruido para tan pocas nueces?

La respuesta que yo daría es doble.

Por un lado, en realidad no ha habido transformación ni social ni económica alguna -a la vista está-, y a nivel político, no ha pasado de un cambio de caras y chaquetas. Pura estética. Ahora la farsa política está algo más entretenida, pero poco más.
Esto es, el conflicto no ha servido para satisfacer la necesidad de cambio de los implicados.

Y por el otro lado, sí era necesario mucho ruido para el surgimiento rápido de esa nueva organización de políticos profesionales.
Porque el ruido es emoción.
Y eso a lo que llaman "política", en España -como en tantos otros lugares-, se rige, única y exclusivamente, por la emoción. Lo visceral.
Racionalidad 0,0.

Y así, un estallido emocional -el 15M-, ha sido fácilmente reconducido, con la manipulación emocional correspondiente -televisión y demás medios de intoxicación de masas-, en la creación e impulso de una nueva organización política exitosa.
Que no va a solucionar nada.

Porque de los estallidos emocionales no surgen soluciones racionales para los conflictos.
Y sin soluciones racionales, si se produce una transformación a raíz del conflicto, será una transformación guiada por la visceralidad, que será, al final, casi con total seguridad, para peor.

El camino de una transformación -a mejor- se inicia afrontando racionalmente los problemas: analizando, llegando a acuerdos, estableciendo un objetivo común, organizándonos, diseñando una estrategia, planificando...

Y tal vez, en algún momento del proceso, tácticamente, racionalmente, podría ser inevitable tomar -pacífica y democráticamente- las plazas. Tal vez.
Pero nunca al principio. Nunca como estallido emocional. Por ahí no hay solución posible. Partidos políticos nuevos, tal vez, pero soluciones, ninguna.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Amigo Ocol, creo que no estás mirando en el sitio adecuado. Yo no creo que Podemos sea a estas alturas un partido político "15M-style". Apuntaba maneras, pero se fundió al llegar a las instituciones.
Sin embargo nacieron a su amparo un buen número de organizaciones sociales, diarios digitales, organizaciones auditoras, y sobre todo un estilo diferente de hacer política que todavía no ha emergido plenamente. Por ejemplo, yo no creo que el episodio de primarias del PSOE hubiese tenido la repercusión actual sin el espíritu del 15M (del affaire Borrell creo que nos acordamos cuatro por lo fácil que resultó taparlo).
Por otra parte, el concepto de Sociedad Red, confirmado por los sociólogos como una realidad, habría tomado una dirección mucho menos política.
Saludos.
NB: si me permites el descaro propagandístico te recomiendo dos artículos de mi blog:
- El punto de vista social del 15M: https://aliensocial.wordpress.com/2015/06/06/fue-el-15m-un-nuevo-movimiento-social/
- La Sociedad Red como destino de tránsito: https://aliensocial.wordpress.com/2016/10/15/construyendo-electores-la-sociedad-red/

Unknown dijo...

Que las cosas cambian no hay duda. Que el espíritu del 15M es una manifestación más, así lo creo. Que Unidos Podemos trae ilusión, así lo siento. Que hace falta una revolución social, es mi convencimiento.

Ocol dijo...

¡Muy buenas, Vicente!

Para mí está más que claro que Podemos nunca apuntó maneras de ser otra cosa que un grupo de oportunistas a la caza del nicho electoral que el PSOE estaba dejando vacante.

Y bueno, yo llevo tiempo participando en algunas de esas organizaciones. En unas que existían ya antes del 15M. En otras que surgieron a su amparo. Y en otras que agonizan o desaparecieron precisamente por haber nacido bajo el amparo del 15M, producto de un estallido emocional.
No veo que el escenario actual sea muy diferente del de hace 5 años en cuanto a incidencia real de esas organizaciones, si cabe, ahora estamos peor.
Y también me pregunto cómo sería el escenario actual si no hubiera existido el 15M. Me pregunto si no habrían surgido esas mismas organizaciones u otras parecidas -menos en número- pero más sólidas en sus fundamentos y más nutridas de activistas.
Para mí el 15M -y Podemos- fue el gran desactivador de una movilización ciudadana, que tenía un enorme potencial de crecimiento en aquella época, y que se recanalizó hacia posiciones sin apenas potencial transformador.

El episodio de las primarias del PSOE no ha tenido ninguna repercusión real más allá de contribuir a hacer más entretenida la farsa, como ya he dicho antes. Es teatro. No va a trascender a transformar nada en la vida real del ciudadano de a pie.

Y bueno, yo eso del estilo diferente de hacer política no lo veo por ninguna parte. Yo sigo sin poder ejercer el poder que me correspondería como ciudadano en una democracia.

Me leeré los artículos de tu blog cuando pueda...

Ocol dijo...

Miguel, hace falta que los ciudadanos hagamos una revolución social, pero Unidos Podemos existe precisamente para que nunca nos pongamos a ello.
Gracias a su trabajo de crear ilusiones, les delegamos esa misión. Pero no tienen la menor intención de llevarla a cabo.
Y así, mientras esperas, confías y te ilusionas, ellos no hacen la revolución social, y tú, tampoco.

Vicente Juan dijo...

Buenos días. No voy a discutir tu respuesta a Miguel (así entre nosotros, y ahora que no nos oye, ¡es un poco optimista!), pero sí en lo que se refiere al 15M.
Es cierto que fuera del mundo red apenas están aflorando los cambios, pero ya aparecen, y lo hacen de una forma no frecuente pero con credibilidad e influencia. Ahí tenemos por ejemplo a miembros de Politikon, EFC, eldiario.es, etc. No es un crecimiento cuantitativo, pero sí cualitativo, que es de lo que se trata cuando hablamos de cambiar una cultura. Tampoco es una revolución, pero al mismo tiempo es más que una evolución: es algo nuevo.
En cuanto a los medios digitales, tienen una muy importante penetración en la Sociedad Red. Si usamos Twitter como indicador, eldiario.es tiene 612.000 seguidores, Público 747.000, La Marea 137.000… Si a estos sumamos los blogs de creadores de opinión como Iñaki Gabilondo (75.200 seguidores), Rosa María Artal (81.200), y los muchos humildes como tú y yo, la influencia existe.
En otro orden de cosas se están moviendo iniciativas cooperativas relevantes. No sólo en el orden financiero sino también en el energético. Por ejemplo yo me sumé a SomEnergia en 2013 con el número 7.235 y ya andan por 38.511, y como ellos habría que hablar de otras muchas: QAE, Cooop, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, etc.
Los embriones de la mayoría de estas asociaciones proceden del mundo asociativo y de movimientos que han saltado a la economía real.
Y me he dejado muchos en el tintero, todos ellos nacidos (o al menos conocidos) después del 15M, que representó el Big Bang de estos movimientos ciudadanos.
En resumen, que no te quedes con la parte emergente del iceberg, hay mucho más. Obviamente no hay garantía de que la resistencia al cambio no vaya a encontrar la forma de pararlo, pero la inercia que ha tomado es demasiado importante para que sea fácil.
Saludos y buen finde.

Ocol dijo...

Claro que hay cosas buenas por ahí, Vicente, pero no es oro todo lo que reluce.

Los medios digitales que comentas (los más seguidos) son medios que apoyan a organizaciones políticas del Sistema. Los mensajes que abogan por un cambio real del modelo económico/social/político no tienen apenas presencia/incidencia en esos medios.

Y los humildes antisistema como yo no tenemos incidencia alguna, ni digitalmente, ni de ninguna otra manera.

Y las iniciativas cooperativas que comentas, como ha pasado tantas otras veces, ¿cuántas de ellas no acabarán mercantilizadas, absorbidas por el sistema económico hegemónico, si es que no lo están ya?
No basta el cooperativismo, hace falta un fundamento más profundo detrás, un deseo de transformación del modelo global, en lo social, en lo económico, en lo político, un deseo de justicia, un deseo de garantizar la dignidad humana para todos.

Sin todas las patas, esta mesa, al final, se cae.

En cambio, algunas iniciativas, que persiguen esa transformación, como por ejemplo, la Cooperativa Integral Catalana, ya existían antes del 15M. Y posiblemente hoy serían más relevantes si el 15M no hubiera apagado o desviado en gran parte la movilización potencial que había.

Y la situación en Ciudad Real capital, que es la que yo puedo contrastar directamente, es deprimente.

Que evidentemente me falta información para tomar una posición inamovible... pero francamente, mi impresión actual es que este iceberg es más bien un mísero cubito de hielo. Derritiéndose a marchas forzadas por el cambio climático.

En fin...

Buen finde!