jueves, junio 23, 2016

Un último artículo sobre Podemos

En realidad ya no me queda nada que escribir sobre Podemos. Pienso que he dicho ya todo lo que era necesario decir. Sin embargo, me ha parecido muy conveniente añadir una última cosa: el comentario de una persona que conoce muy bien a Podemos, así como la realidad política, en España, y fuera de España. Una persona que sabe muy bien de lo que habla.

A ver si, por sus palabras, averiguáis quién es. Para los malpensados: no soy yo.

Hablamos de democracia.

No se trata de que ningún partido venga a convertirse en una suerte de farsante de feria, que diga: ¡señora, vóteme que yo le voy a solucionar los problemas a usted!
La democracia no funciona así.

La democracia funciona cuando el poder lo tiene la gente.

La democracia es lo que vimos en Gamonal, donde mandaba un constructor que tenía en sus manos al alcalde, y los vecinos dicen, no, no, no, vamos a organizarnos y a defender lo que es de todos.
La democracia son los barrenderos de Madrid.
La democracia son las gentes de la Marea Blanca, que han conseguido echar a Lasquetty.”

¿La solución es que la gente vote a formaciones políticas nuevas? Claro que no. Eso sería una estafa.

Lo fundamental es que la gente se organice. En los barrios, en los pueblos, en las ciudades. Que la gente comprenda que la democracia no puede ser una concepción mínima que implique depositar un papelito cada cuatro años en una urna. Que la democracia se practica todos los días.

Que desde que los griegos separaron los términos de demos y cratós que decían que el Poder debe estar en manos del Pueblo, para oponerse a la monarquía, el gobierno de uno, y a la oligarquía, el gobierno de un grupo, la democracia es ese movimiento expropiatorio que sirve para decir, si el Poder está en manos de una minoría, hay que quitarles ese Poder y repartirlo entre la mayoría, entre los ciudadanos. Y eso va mucho más allá de los partidos y va mucho más allá de votar porque, digamos, ese juego ya lo conocemos, en ese juego ya están todas las cartas repartidas.

Que claro que se puede. Con voluntad política. Pero no porque vaya a venir ningún líder ni ningún salvador, claro que no, sino porque la gente tome conciencia de que si no haces política, te la hacen otros.“



Está claro, ¿no? El Podemos actual. El Podemos de ¡Señora, vóteme que le voy a traer la sonrisa! El Podemos de la niña de Rajoy, ahora una adulta y supercualificada bióloga molecular exiliada en Londres -mismos medios, mismas tácticas, mismos fines-. El Podemos que ha tardado cero coma en volver a la vieja política, la de la manipulación emocional más ruin y maquiavélica, aunque también, reconozcámoslo, brillante y eficaz.

En fin, lo dicho. No tengo nada más que añadir. El que quiera entender, que entienda y se mueva. Y el que quiera creer, que crea y vote para que otros le hagan la política.

Y bueno, ya habréis adivinado de quien se trata, ¿no? Por si no es así, ahí va el audio. Por la voz, imposible no reconocerl@.

Y aquí, la entrevista completa de donde he entresacado estas palabras (a partir del minuto 12).

Que disfrutéis de la farsa electoral.

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