sábado, mayo 31, 2008

Adoctrinamiento vs. Democracia

Aunque supongo que el genial “Quino” pensaba en la “democracia” argentina cuando realizó esta viñeta, lo cierto es que en estos momentos la viñeta es universal. El déficit democrático, en todos esos países que tanto presumen de democracia, es enorme.
España, naturalmente, no es una excepción. Y es que no es lo mismo que los ciudadanos puedan votar a que ejerzan la soberanía. Lo segundo implica democracia, lo primero, no.
Sin embargo, aquí en España esa viñeta va a dejar de ser aplicable. No porque nuestro sistema político progrese hacia formas más avanzadas de democracia, que evidentemente no es así, con unas leyes electorales que no han cambiado, en lo fundamental, en estos casi 30 años de nuevo régimen. No, aquí lo que están cambiando son los diccionarios.
Concretamente, el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.

Actualmente, la definición de democracia según la RAE es:
democracia
(Del gr. δημοκρατία).
1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.

No es tan correcta como la clásica, “gobierno del pueblo”, pero la segunda definición era aceptable.
Sin embargo la RAE tiene preparado un cambio para la vigésimo tercera edición de su diccionario. A partir de esta nueva edición, la democracia será:
democracia
(Del lat. tardío democratĭa, y este del gr. δημοκρατία).
1. f. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder por medio de representantes elegidos por sufragio universal.
2. f. Sistema de gobierno fundado en esta doctrina.

No está mal, ¿verdad? Según la nueva definición de la RAE, en la democracia el pueblo ejerce el poder exclusivamente por medio de representantes. Véase, los políticos.
Y lo de la democracia directa, es decir, ese sistema político en el que los ciudadanos ejercen directamente el poder, sin representantes, tal y como era la original democracia ateniense, eso, al parecer, ya no es democracia. La democracia real, la auténtica, la original, la democracia “pata negra”, esto es, la democracia directa, ya no es democracia.

La democracia directa debería ser el destino final del progreso de los sistemas de gobierno realmente democráticos. En una democracia se debe avanzar en el camino de ceder cada vez más poder al pueblo, hasta que este lo tenga todo. La democracia representativa, como la nuestra, es sólo el primer paso de ese camino. La democracia directa, el último.
Sin embargo, en España, no avanzamos. Los políticos no quieren que avancemos. No quieren democracia directa. Quieren que sigamos con nuestra cesión del poder a representantes, porque esos representantes son ellos. En una democracia directa, se volverían prescindibles. Los pondríamos de patitas en la calle.
Y eso hay que evitarlo a toda costa.
La manera más fácil de hacerlo es conseguir que una mayoría suficiente de ciudadanos viva en la más completa ignorancia de que existe otro tipo de democracia diferente a este sucedáneo que nos han ofrecido. Y nada mejor que empezar por los jóvenes.
Si dentro de unos años algún chaval aplicado de la ESO, consulta en el diccionario la nueva definición de "democracia" para un trabajo de, por ejemplo, "Educación para la ciudadanía", no tendrá la más mínima duda de que la democracia únicamente puede ser representativa. No entrarán así en su mente, ávida de conocimiento, ideas tan perniciosas como que existe una forma más plena de democracia, la directa. Y así, en su ignorancia, nunca la demandará. Y los políticos seguirán en el poder.

Es una pena lo de los pobres griegos. Al igual que en la Edad Media se destruyó casi todo atisbo del conocimiento, cultura y filosofía griegas, para que no interfirieran en el dominio absoluto que la iglesia y la nobleza tenían sobre un pueblo sometido e ignorante, hoy, se intenta destruir la historia de la democracia griega, para que no interfiera en el dominio absoluto que los políticos están adquiriendo sobre unos ciudadanos cada vez más sometidos e ignorantes.
Con el tiempo, dejará de mencionarse a los griegos cuando se hable de democracia: hay que enterrar ese episodio tan penoso para la humanidad en el que los ciudadanos griegos osaron ejercer el poder a través de una auténtica democracia no representativa.
La Historia, una vez más, reescribiéndose para servicio de los tiranos.

¿Exagero? ¿Es esta modificación de la definición de democracia en el diccionario de la RAE, simplemente, un error de un funcionario inculto y poco capaz?
Tal vez.
Y tal vez no se esté intentando adoctrinar a nuestros jóvenes con asignaturas como Educación para la ciudadanía.
Y tal vez nuestro sistema educativo no sea cada vez peor. Tal vez.
Pero, por si acaso, yo intentaría conservar los diccionarios viejos y los libros de Historia.

Si tienen tiempo, les recomiendo este interesante ensayo sobre la democracia existente en contraposición con la ateniense, publicado por la revista de Lanzarote “Cuadernos del Sureste”.
Si les ha gustado les aconsejo que guarden el pdf a buen recaudo. No sabemos por cuánto tiempo más Internet será libre, sería una pena perder el conocimiento que encierra este documento. Dentro de unos años podrán recurrir a él para enseñar a sus nietos lo que es realmente una democracia, lo que fue en Atenas hace ya más de 2.000 años.
Posiblemente, no les creerán.

4 comentarios:

Lino Moinelo dijo...

Buen artículo, y muy bueno el documento de la democracia griega, sobre todo lo que dice que los cargos eran por sorteo, nada de elecciones, lo que viene a demostrar que el acto de elegir representantes es seguramente el menos importante de una democracia real, pero que en el sistema actual es el único al que los ciudadanos acceden, lo que da una idea de lo lamentablemente democrático que es esto.

No obstante, no estoy de acuerdo con que la primera de las definiciones de la RAE sobre la democracia sea correcta o aceptable. Una democracia no es una doctrina favorable a la intervención, a mi me parece que o el pueblo gobierna, o no es democracia

Además, es cierto que no se debe olvidar que la democracia directa es la más pura de las democracias al no existir intermediarios, pero con esto también hay que incidir en que con representantes también es posible una democracia. Es cuestión de proponerselo.

Saludos

Ocol dijo...

"El acto de elegir representantes es seguramente el menos importante de una democracia real, pero en el sistema actual es el único al que los ciudadanos acceden", muy buena observación, Lino. Nos dejan participar, y decidir, en lo menos importante, mientras que en lo fundamental se nos ignora. A eso le llaman democracia.

Estoy de acuerdo en que la primera de las definiciones es errónea, pero al estar la segunda y visto lo que nos tienen deparado para el futuro, me había conformado... pero tienes razón, la primera definición actual debería desaparecer. Es más, debería volverse a un simple "gobierno del pueblo". No hace falta más.

Con respecto a lo de que es posible una democracia con representantes... puede ser pero hay que afinar mucho, tienen que darse unas condiciones muy especiales, una de ellas que en cualquier momento cualquier ciudadano pueda relevar a su representante, cambiándolo por otro o participando directamente si ese es su deseo.
Es decir, que una democracia nunca podrá ser completamente representativa (como nuestro sistema político), siempre va a existir un sector de la población que quiera representarse a sí mismo, y si hay democracia debe poder hacerlo.
Corolario: si un sistema es exclusivamente representativo, no es democrático.

Pocomancha dijo...

¡No exageras nada!, nuestros representantes sólo nos necesitan para darles sus votos, y si queremos impulsar una iniciativa, debemos reunir, al menos 500 mil firmas que lo apoyen. El chollo de la "democracia" está en que un senador cobra 4 mil euros y un diputado 5 mil. Así que no conviene estar en un partido pequeño, hay que irse a uno grande para optar y tener posibilidades de estar como Ballestero, en la élite chic y dar ruido cuando sea oportuno, pero sin necesidad de mirar si hace bien a la ciudadanía o no.
No sé si me he ido por las ramas, pero creo que ya he expuesto los vicios que hacen que la democracia en este santo país, sea otra cosa más parecida a una malformación genética.

PD: pongo como ejemplo a Alejandro Ballestero como podría poner como ejemplo a Alejandro Alonso.

Ocol dijo...

Ejemplos no faltan, desde luego. Lo difícil sería encontrar un contraejemplo...