lunes, marzo 24, 2008

Elecciones generales 2008: análisis de resultados

En mi opinión, en este proceso electoral se han alcanzado varios hitos que van a significarlo especialmente. Son estos:

1) La consolidación del bipartidismo.

Claramente este año 2008 va a ser el de la consolidación del bipartidismo en España. Las cifras son claras: dos partidos PP y PSOE, acaparan el 92% de los escaños con el 84% de los votos.
A nivel nacional prácticamente ya no tienen relevancia los demás partidos. La enorme fragmentación del voto alternativo, junto al antidemocrático reparto de escaños, han anulado al resto de los partidos políticos.
Tan sólo los nacionalistas tendrán un papel que desempeñar en el futuro: el proporcionar, por un precio, los escaños necesarios para que el partido vencedor alcance la mayoría necesaria para gobernar.
Y lo peor: la evolución de los resultados nos muestra que hay bipartidismo para rato.

2) El fin de la izquierda.

Izquierda Unida, antaño Partido Comunista, agoniza. La pésima labor de sus últimos dirigentes ha permitido que el veneno del voto útil haya hecho por fin su efecto. Con un 3,8% de los votos, el resultado más bajo de su historia, y dos míseros escaños, en Madrid y Barcelona, IU ha doblado la rodilla. Casi con total seguridad, no volverá a levantarse.
Es cierto que a mediados de los años 80 IU pasó por una crisis de resultados aparentemente similar a la actual, pero la situación no es la misma. En el 89 tenía a Anguita y una gran cantidad de afiliados y simpatizantes.
Hoy, 20 años después, no tiene ni una cosa ni la otra. La renovación generacional está jugando en contra de IU.
Personalmente no comulgo con muchas de las actuaciones de los políticos de IU ni con algunas partes de su programa. Pero, a pesar de ello, pienso que la desaparición de IU no será buena para los españoles. Sin el contrapeso de la izquierda, los dos partidos mayoritarios acabarán por derivar, cada vez más, hacia políticas de “derechas”.
Hace tiempo me dijo un votante socialista, que para él la cuestión se había reducido a elegir "entre la derecha y la extrema derecha". Con la “defunción” de IU, cada vez más votantes “de izquierda” lo percibirán así.

3) Un cohete llamado UPyD.

Han sido las elecciones de la irrupción de UPyD en el panorama político. UPyD ha sido vendido, en un sector de los medios de comunicación, como una opción regeneracionista ante el evidente deterioro de nuestro sistema político. Y no cabe duda que ha tenido éxito. Un partido creado en unos meses ha alcanzado los 300.000 votos y ha obtenido un escaño en Madrid.
Sin embargo no hay motivos para pensar que UPyD va a ser algo más que una flor de un día. Su único escaño no va a permitir regenerar absolutamente nada, y eso, junto al voto útil, acabará por marchitar, tarde o temprano, el sueño regeneracionista de sus votantes. Dentro de unos pocos años UPyD no será más que una anécdota.

4) El descenso del voto en blanco.

En la gráfica de la izquierda se puede apreciar la evolución del voto en blanco desde los inicios del régimen (he añadido al voto en blanco los votos a los partidos instrumentales que piden el voto en blanco computable: Ei-Add , ABLA y CenB).

El voto en blanco no había dejado de subir desde las primeras generales de 1978 hasta las pasadas elecciones de 2004. Pero este 2008, por primera vez, ha caído. De 450.000 votos a 306.000. ¿La causa? Fundamentalmente, UPyD. Muchos descontentos que acudieron a las urnas, en el 2004, sin fe en ningún partido, han encontrado esta vez uno en el que creer.
Pero esta fe, sin los milagros prometidos, no durará. El voto en blanco volverá a crecer.
A menos, claro, que los mandamases se saquen algún otro as de la manga para seguir engatusando a los desencantados.

5) La bajada del censo electoral.

También por primera vez, ha bajado el censo, hay casi 700.000 españoles menos con derecho a voto que en el 2004. El descenso de la natalidad empieza a mostrar sus efectos.

6) El reparto desigual votos-escaños.

El reparto discriminatorio de los escaños ha sido la tónica de todas las elecciones generales, por lo que en sí mismo ya no es noticia. Lo que sí es noticia es que, después de 30 años de supuesta democracia, todavía siga ocurriendo: todavía existen ciudadanos de primera, de segunda y de tercera, y otros que no llegamos ni siquiera a eso.

Un total de 31 escaños estarán ocupados por un diputado que no ha sido elegido por los ciudadanos. Esos diputados se los repartirán los cinco partidos que estarán sobre-representados en el Congreso: PSOE (+16.3 “diputados” de más), PP (+12.6), PNV (+1.8), CIU (+0.3) y Na-Bai (+0.2).
Los ciudadanos a los que arrebatan su representación son los que han votado a IU (-11.3), en blanco (-3.9), UPyD (-3.2), ERC (-1.1), BNG (-0.9), Coalición Andalucista (-0.9) y así hasta completar los 97 partidos que han recibido votos estas elecciones.

Como curiosidad, comentar que esta discriminación sostenida en el tiempo no es inocua, hace mucho daño, va debilitando paulatinamente la poca democracia que pudiera quedarnos en España. Cada vez más ciudadanos, al ver que sus votos valen menos que los de los demás o directamente son inútiles, cambian su opción de voto. Votan a partidos por los que no se sienten representados, pero cuyo voto tiene un mayor valor (al peso, en “cantidad de diputados”). Así, obtienen cantidad (de diputados) pero sin calidad (no se obtienen resultados). Es la trampa del voto útil, pero desgraciadamente cada vez más ciudadanos caen en ella. El crecimiento del bipartidismo es consecuencia directa de este hecho.

7) La “democracia” en cifras: indicadores de participación.

He querido terminar este análisis tratando de aportar unos indicadores que nos permitieran conocer cómo de democrático es nuestro sistema político.
Para ello, he utilizado el factor esencial que caracteriza una democracia: la participación de los ciudadanos en el gobierno. He intentado cuantificar, aunque de forma aproximada, este factor.
En España, al tener una democracia representativa, los ciudadanos que participan son los que están representados en los distintos órganos de decisión. Si ignoramos el Senado, que es un órgano decorativo que no tiene ningún poder de decisión en nuestro país, nos queda el Congreso. Para saber qué ciudadanos están representados en esta cámara, he sumado los votos de los que, acudiendo a las urnas y depositando un voto válido, han obtenido representación en su circunscripción. De esta forma, por ejemplo, los votos a IU fuera de Madrid y Barcelona no se contabilizan, ya que realmente han sido votos inútiles que no han dado ninguna representación a sus votantes.
El resultado que se obtiene es este:

Es decir, en nuestra “democracia”:
- 2.073.111 ciudadanos (8,2%) depositaron un voto válido y no estarán representados en el Congreso. Son más de dos millones de votos tirados a la basura.
- 10.596.124 ciudadanos (31,3% del censo electoral) que votaron válido, nulo o se abstuvieron, no estarán representados en el Congreso. Casi un tercio de los españoles excluidos del poder legislativo, donde idealmente deberíamos estar representados todos.
- Si el PSOE y CIU finalmente pactan para formar gobierno, será el gobierno de tan sólo el 34,9% de los ciudadanos. El poder ejecutivo respaldado por poco más de un tercio de los españoles.

Resumiendo: la democracia sólo alcanza al 68,7% de los españoles. Y nuestro gobierno lo es del 34,9%.
Estos son los números de nuestra “democracia”.

NOTA sobre el cálculo de los indicadores de participación
Hay varios factores que no he podido tener en cuenta:
1) La representación de los ciudadanos no es igualitaria: nos movemos desde los 15.510 votos que le han bastado al PP en Melilla para obtener un diputado, hasta los 163.633 votantes de IU en Madrid por ese mismo diputado. Por ello habría que introducir en estos indicadores un factor de corrección por la proporcionalidad desigual del reparto de escaños. No lo he hecho por la complejidad y porque no sería demasiado significativo.
2) Tampoco se tienen en cuenta los ciudadanos que votan a partidos que no les representan. Y este dato sí sería enormemente significativo. Entre los más de 21 millones de votantes al PP y al PSOE hay muchos, posiblemente millones, que no se sienten representados por esos partidos y por tanto disminuirían considerablemente el número de españoles verdaderamente representados.
3) Una parte de la abstención es abstención “satisfecha”. Es decir, que están contentos salga quién salga y se les puede considerar representados por todos los diputados elegidos. Habría que sumarlos a los españoles representados.
Estos dos últimos factores no pueden ser incluidos en el cálculo porque son imposibles de cuantificar, no hay datos que nos permitan conocer sus números.
Por ello los indicadores obtenidos son valores aproximados y hay que utilizarlos con la precaución necesaria.
Pero, a falta de otros mejores, tendrán que valer.
Aunque sea de forma orientativa.

18 comentarios:

Pocomancha dijo...

La excelencia del análisis expuesto hace que tenga que felicitarte sin más dilaciones.

Saludos Ciudadano.

Ocol dijo...

Vaya, muchas gracias.

Intento basar todo lo que escribo en el análisis en datos objetivos, para intentar librarme de los prejuicios e interpretaciones subjetivas.
Pero de todas formas soy falible, es muy posible que haya metido la pata en algo...

Un saludo, paisano.

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Me gustaría hacer unas pequeñas aclaraciones; o mejor dicho, no aclaraciones, sino mi punto de vista...

Lo primero, la representación del pueblo en España es, hoy en día, nula. Lo que hay es una forma de elección facciosa que imita el procedimiento de un proceso democrático.

El hecho de no votar, de ser consciente de que mi voto no es más que una bolita más en el bombo lotero de las elecciones, pues no sé si computará o no, no sé si servirá para darle el escaño al 1º de la lista o al décimo, no sé si servirá para darle la mayoría absoluta al partido al que le doy la papeleta o servirá para que este pacte con la minoría a la que detesto, no sé la política del candidato a presidente porque esta depende del número de escaños que consiga en las elecciones...

Ocol, tú habrás votado, pero es una ilusión creer que estás representado en las Cortes por eso, aunque sea de manera simbólica con tu voto en blanco.

Mi no voto es, por otro lado, representativo de algo, de mi soberanía a no legitimar un sistema falso y tiránico. pero el simple hecho de no votar no significa que el poder legistativo, el ejecutivo y el judicial me sean ajenos, y si bien no me representan, sí es el caso de que me alcanzan, por lo que tengo una participación directa en la nación contribuyendo económicamente a su conservación, respetando las leyes (por coacción algunas y otras por convencimiento) y luchando de una manera activa por el cambio de situación a un régimen democrático.

txuri dijo...

Hola Casanueva:

Me parece muy respetable tu opinion, ya que practicamente en general la suscribo, pero.....

Yo tampoco he votado en esta ocasion (menos con el tema de la OTAN, nunca) y coherentemente tal y como tu dices, "peleo" en el dia a dia dentro de mis posibilidades, con el fin de intentar por lo menos transformar mi pequeña realidad e intentar caminar por ello, hacia una Democracia Participativa en la que creo.

No obstante y mi pero..... es que si ahora no he votado, es por que no he tenido la ocasion como "Ocol" de poder votar a Ciudadanos en Blanco, cuyo unico punto de su Programa politico, es el de exigirir que el voto en blanco sea computable.

Antes de seguir metiendo la "txapa" al respecto, me gustaria saber si conoces esta alternativa, y si es asi, que opinion tienes al respecto, dado que por lo que te leo, esta clara tu "vocacion" abstencionista, igual que hasta ahora y antes de decubrir CenB, yo tambien tenia.

Un saludo

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

No es abstención. Hago siempre que puedo campaña electoral y me dejo los cuernos en debates a veces muy agotadores sobre lo que creo, que no es descabellado ni novelesco.

Yo sí voté en otras elecciones, y mi voto era a Julio Anguita y para Inés Sabanés, porque pensaba que sí, que al menos si el sistema dejaba alguna grieta por donde personas que yo creía que podían "hablar" en los parlamentos nacionales, pues algo bueno habríamos conseguido...
Pero no es así, el sistema termina por fagocitar y neutralizar estas "amenazas", crea anticuerpos muy rápidamente.

otro día sigo. Hoy ya no puedo seguir más.

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Un poco más. Que esté en contra del régimen que tenemos, no significa que no sea parlamentarista.
No séw nada de ciudadanos en blanco, pero no sé qué sentido tiene intentar dejar un parlamento sin parlamentarios. Yo creo profundamente en la dignidad del parlamentarismo.
Otro problema es que el voto en blanco no viene con aclaraciones, ¿como sé que todos los votos en blanco persiguen dejar sin parlamentarios el parlamento?

Yo prefiero, antes de vaciar el parlamento, llenarlo pero de representantes legítimos y legitimados.

Y ya te digo, votar, aunque sea en blanco, algunas veces es mucho más absentista que no votar, todo depende de lo que persigas.

República y democracia

Ocol dijo...

Casanueva, yo he votado a Ciudadanos en blanco al Congreso (al Senado voté en blanco), y por ello, puesto que CenB no obtuvo ningún escaño, estoy, junto a txuri y junto a ti, entre esos 10.596.124 ciudadanos que no vamos a estar representados en el parlamento estos próximos 4 años.

En cuanto a tus dudas sobre las intenciones de los votantes en blanco, la solución sería muy sencilla: que haya dos modalidades de votos en blanco.
1) Un voto en blanco tal y como está ahora, con el sobre vacío y sin computar.
2) Un voto en blanco en una papeleta como las de los partidos, que compute en forma de escaños vacíos.
Y que el votante elija.

Por cierto, que si lo pensamos bien... una persona que acude a votar en blanco, si pudiera elegir entre un voto en blanco inútil como el actual, y otro voto en blanco útil, que al menos le diera representación en forma de escaño vacío... ¿cuál elegiría?

Y voy más allá, Casanueva, tú como abstencionista y como ciudadano que querría que un representante legítimo suyo ocupara “su” escaño, que quisiera un Julio Anguita o una Inés Sabanés, pero que no los puede tener, y en cambio su escaño está ocupado por un tipo del PSOE... ¿no preferirías que, en lugar de ese tipo del PSOE, el escaño se quedara vacío?

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Lo primero, nosotros tres estamos
en el mismo saco que esos 40 millones de españoles que no están representados en el Congreso; es más estamos dentro de ese saco de 6.990 millones de seres humanos que no tienen ningún tipo de representación en ningún tipo de parlamento.

Sobre nuestra nación, es verdad que nos ahorraríamos una pasta vaciando el Congreso porque en realidad, en el sistema actual, conque se reunieran los portavoces de cada partido y reconocieran que cada uno tiene X votos,luego X ventaja sobre los otros, con tres, cuatro o siete políticos nos sobraba en el Congreso, y luego las comisiones las realizarían funcionarios de carrera sacados de los ministerios... bueno, o que legisle directamente el Rey tras escuchar en consejo a los sabios del reino...

Pero vamos a ver si me aclaro. Imaginad que ciudadanos en blanco obtiene, seamos generosos, 10 ó 15 escaños. ¿Qué sería más útil? ¿Que 10 ó 15 demócratas convencidos de que su voluntad es la de representar a los votantes que han puesto en ellos la confianza de dictar y vigilar las normas por las que todos nosotros nos debemos de regir en aras del bien común y no a los intereses del partido que les da un salario y prebendas hidalgas, o por el contrario haría más fuerza la visión de un Congreso con 10 ó 15 escaños vacíos, sin voz ni gestos ni posibilidad alguna de rebatir en la tribuna al tirano de turno? Pero si los escaños ya están vacíos, si ni dios va al congreso y sólo se reúnen en su totalidad en 4 ó 5 sesiones durante el año...

Yo so soy abstencionista... Podéis repetirlo una y cien veces y será igualmente falso en todas ellas. Lo que hago es vista la imposibilidad de que en el Congreso pueda oírse una voz libre, o que sea muy difícil que se la escuche entre el murmullo de tanto déspota, pues mi opción es:
1º.- Quitarles legitimidad a los políticos no prestando mi voto al juego de las elecciones, cosa que no es de vocación monjil, sino porque no tengo representantes a quien votar... Si reconociera en el PP o en el PSOE o en otra formación como Ciudadanos en Blanco a un candidato que tuviera como programa electoral una democracia en donde el verdadero representado fuera el elector que coloca la papeleta en la urna, entonces votaría.

2º- Como eso no es el caso, insisto con toda tenacidad y virulencia, con toda la fuerza que da la rabia y la ilusión de que las cosas sí pueden cambiar, en traer a España la cultura de la responsabilidad política, del sentimiento de la soberanía popular, de hacer digno y repetables, independientes y justas las instituciones que salvaguardan nuestros derechos como ciudadanos libres y plenos de facultades.

3º- Mi parlamento, mientras tanto, lo llevo conmigo allí donde voy, soberano de mí mismo y siempre dispuesto a convencer y ser convencido, a insistir o a rectificar.

4º.- Mi voto, por otro lado, es el menos secreto y el más ruidoso, pues no me canso de gritarlo día tras día, dando palmadas,haciendo cabriolas y todo ejercicio retórico que esté a mi alcance para convencer a mis conciudadanos que no son unas siglas ni un determinado uniforme lo que nos une, sino la exposición de ideas, la posibilidad de rectificar, pedir aclaraciones sobre un determinado voto al candidato que habíamos elegido, tener potestad para excluir de las Cortes a quien creemos indigno, y por ende, otorgarle un escaño al que creemos capacitado para legislar...

¿Esto es abstenerse? ¿Es canallesco, o tiene alguna sombra sospecha este discurso?
Pues bueno, estoy dispuesto a gritar y luchar de manera menos abstencionista. Mi capacidad intelectual no es muy brillante pero sí lo suficiente como para hacer, si no un contraataque demoledor, sí una defensa férrea de mis convicciones democráticas.

República y Democracia. Salud

txuri dijo...

Por aclaracion solo comentarte, que si entiendes que es falso el que seas abstencionista, por mi, sin problemas, no lo volvere a mencionar.

Por otro lado, te comento, que CenB, como partido-instrumental, tan solo tiene un punto como Programa Politico "Exigencia de que el voto en Blancp sea computable".

Con el fin de avanzar hacia ese objetivo, este colectivo ciudadano, crea este Partido-Instrumental-NO partido, con el fin de facilitar por una parte, que nuestra reivindicacion y mensaje, pueda llegar mas ampliamente a los ciudadanos, asi como por otra parte, poder ofrecernos como "herramienta" que pueda aglutinar voluntades insumisas y disconformes (como puede ser tu caso), con la forma en que la "partitocracia" lleva a cabo y desarrolla en la practica diaria su politica.

Si esta voluntad de quienes actualmente por este motivo, votan en blanco, votan al menos malo o se abstienen, pudiera converger por ejemplo en CenB, esto supondria que en la practica, este voto rebelde (practicamente blanco) se convertiria en computable, ya que de la mano de este partido-instrumental, si fueran suficientes, se le tendria que adjudicar uno o mas esacaños, que coherentemente con nuestra filsofia, quedaria o quedarian vacios.

¿Te imaginas el escandalo que a nivel politico entre los partios traicionales podria originarse a raiz de ello? ¿Tu no crees, que este hecho podria suponer el inicio de una reflexion obligada por parte de dichos partidos, ante la aparicion de esta nueva situacion? ¿No te parece, que tendrian que "asimilar" que los insumisos y descontentos hasta ahora muy dispersos, empezamos a unirnos con el objetivo de enseñarles una "tarjeta roja" por su impresentable actitud y falta de democracia, con el "peligro" que ello podria suponer para su hasta ahora prepotente modelo de imposicion?

Bueno, dejo mucho mas en el tintero, que me gustaria ir desgranandolo, en base a la marcha que podamos llevar en esta conversacion, asi que espero tu nuevo comentario.

Un saludo

Ocol dijo...

¿Qué sería más útil? ¿Que 10 ó 15 demócratas convencidos de que su voluntad es la de representar a los votantes que han puesto en ellos la confianza de dictar y vigilar las normas por las que todos nosotros nos debemos de regir en aras del bien común y no a los intereses del partido que les da un salario y prebendas hidalgas, o por el contrario haría más fuerza la visión de un Congreso con 10 ó 15 escaños vacíos, sin voz ni gestos ni posibilidad alguna de rebatir en la tribuna al tirano de turno?

Casanueva, ojalá esa fuera la elección, pero no lo es. Como bien dices en el punto 2º, ese no es el caso. En estos momentos, ante un proceso electoral, la elección, si es que tenemos alguna, está entre permitir que tu escaño lo ocupe un tipo del PSOE o intentar que se quede vacío.
Ese “candidato que tuviera como programa electoral una democracia...” no está disponible.
Lo que nos dejan elegir es si es uno del PSOE (o PP, o PNV) o el escaño vacío. Es lo que hay.

Y entre esas dos opciones... ¿realmente no te importa que sea la una o la otra?
Y... ¿cuál de las dos crees que sería más útil como medio para intentar acercarnos a esa democracia que no tenemos?

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

No me convencéis, porque no termino de verlo. Pero bueno, según vuestros estrategia tengo todavía cuatro años para que me convenzáis.
Yo os insto a que empecemos mañana mismo a reunirnos todos en una coalición por el cambio y que, tras ponernos de acuerdo en un principio de político democrático lo exijamos a pleno pulmón en las calles.

1.- Yo propongo que sea directamente el pueblo quien elija al presidente del gobierno, y no las Cortes

2.- El voto directo al elector, y no a unas listas cerradas y bloqueadas.

Esto para empezar.

Ocol dijo...

Casanueva, olvídate de que queremos convencerte. Tienes tu postura y es tan legítima como la nuestra.

Aunque sí te rogaría que respondieses a las preguntas que he planteado, porque da la impresión de que estás eludiendo responder, je, je... ¿qué prefieres, un diputado del PSOE o un escaño vacío? ¿qué es más útil, un diputado del PSOE o un escaño vacío?

Anda, sé bueno, dame unas respuestas...

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Bueno, si hablamos, expones tus ideas y yo las hago mías, pues me has convencido, que no es lo mismo que embaucado. A mi no me importan que me convenzan... pero bueno

No voy a responderte porque ya te digo que no me siento en posesión de ningún escaño, yo aquí no tengo nada, no hay opción. Pero te digo que yo nunca desearía un escaño vacío, sino la posibilidad de eliminar al okupa que está sentado en él por otro candidato que represente mis intereses como ciudadano en una sociedad, que de los otros ya me valgo yo...
Pues bueno, que los políticos charloteen es ese hemicilo pervertido, que yo saco el PAarlamento a la calle y desde allí a generar candidatos democráticos

Ocol dijo...

Hombre, tanto como que no hay opción... es muy improbable, pero lo del escaño vacío no es imposible. Con que unos 80.000 de los 832.321 abstencionistas de la comunidad de Madrid hubieran votado a Ciudadanos en blanco se habría expulsado a uno de los diputados del PSOE.
Siendo realistas es cierto que en la práctica esto es casi misión imposible, pero potencialmente la posibilidad está ahí, hay abstencionistas de sobra para dar un vuelco al sistema y conseguir ese cambio que queremos, lo único que tienen que hacer es actuar unidos en algo que tenga efecto sobre los políticos.
Y que les echen de sus escaños tendría efecto sobre los políticos, sin duda, y a la mayoría de los abstencionistas no le requeriría más esfuerzo que ir un día a votar.

Ocol dijo...

Por otra parte... ¿has pensado que, para "eliminar al okupa que está sentado en él por otro candidato que represente mis intereses" lo primero que hay que hacer es levantar del escaño al político que ahora mismo lo está "okupando"?
Una vez "desokupemos" escaños, habría hueco para volver a ocuparlos con políticos que nos representaran.

Fco. Javier Blázquez Mena dijo...

Antes de cada elección se disuelven las Cortes y los escaños quedan vacíos...
Ahí hay que atacar, creemos partidos democráticos y luego a por las Cortes...

Ocol dijo...

Vale, con respecto a lo de los partidos democráticos y lo de la coalición que propusiste antes, hay al menos un inconveniente, desgraciadamente, insalvable:

Aunque muchas personas queremos ese cambio y esa democracia, no coincidimos en el camino que hay que seguir para obtenerlo, o en el tipo de democracia al que aspiramos.
Por ejemplo, hay personas que prefieren la democracia representativa, y otros preferimos la democracia directa. Hay personas que priorizan las listas abiertas, y otros el reparto proporcional puro de votos en escaños.
Es decir, a pesar de querer lo mismo, democracia... estaríamos divididos en bandos diferentes.
Y tal y como está el actual sistema electoral español, unidos podríamos cambiar las cosas pero divididos no.

Está claro que para cambiar las cosas tenemos que unir fuerzas. Pero no podemos unirnos en una coalición con una serie de principios que no todos vamos a compartir.
Y ahí es donde entra el voto en blanco computable. Vaciando escaños, podemos presionar a los políticos para que hagan cambios en el sistema que vayan aumentando el grado de democracia.
Y todos, sin excepción, podemos unir fuerzas para vaciar, cuantos más escaños, mejor.

txuri dijo...

De acuerdo con lo que comenta "ocol" e igual es que soy mas optimista, pero a mi me da, que si se consiguiera tan solo un escaño en una de las convocatorias.el "terremoto" politico seria un hecho y el "impacto" positivo qe ello conllevaria tanto en el sector de los votantes en blanco como en el de los abstencionistas, a tener muy en cuenta.

Y todo ello, tal y como comenta "ocol" tan solo "perdiendo" unos minutos en ir a votar a CenB jejejeje

Un saludo