viernes, diciembre 21, 2007

Rosa Díez no tiene quien la financie

Según el artículo 1 de nuestra Constitución, uno de los valores superiores del ordenamiento jurídico español es el pluralismo político. Y según el artículo 6, los partidos políticos “expresan el pluralismo político”, manifiestan “la voluntad popular” y “son instrumento fundamental para la participación”.
Es decir, en el estado español, el pluralismo político, al parecer, es fundamental y se expresa por medio de los partidos políticos.

Una condición necesaria que debe cumplirse en una democracia representativa de partidos, es el hecho de que los ciudadanos tengan un partido que les represente. De Perogrullo. Si un ciudadano no tiene quien le represente, no participa, está excluido de la democracia. Incluso aunque vote. Votar no es suficiente, hay que tener a quién votar.
Para garantizar esa representatividad, los partidos deben poder ser creados libremente y optar a ser elegidos por los ciudadanos en igualdad de condiciones con los demás. Los ciudadanos tienen que conocer cada opción de voto tan bien como las demás, para tener la posibilidad de elegir, acertadamente, el partido que verdaderamente les represente.
Con esta libertad e igualdad de condiciones se podría evitar la perpetuación en el poder de determinadas personas, familias o grupos, permitiéndose la entrada de “sangre nueva” en la política y la aparición de nuevos proyectos políticos innovadores. Se podría renovar la democracia. Podría haber cambios.

Pero volvamos a España: según sigue el artículo 6 de nuestra Constitución, la creación de un partido y “el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley”. Es decir, en España se puede crear un partido libremente, aunque con las excepciones que marca la Ley de partidos. De lo de la igualdad de condiciones, como que no se menciona.
Y ahí llegamos a Rosa Díez y a su Unión, Progreso y Democracia (UPyD). Cuando Rosa ha acudido a las grandes entidades financieras, que otorgan préstamos y condonan deudas a los partidos como quien vende rosquillas, se ha encontrado con que el grifo, para ella, estaba cerrado. No hay créditos para UPyD.
Y en UPyD lloran. Denuncian la desigualdad de trato, las barreras a los partidos nuevos, el oligopolio de los partidos “que ya están”...
Como si fuera algo nuevo. Llevamos así 30 años. Parece mentira, esta mujer, tanto tiempo viviendo de la política y aún no se había enterado.

Sin financiación, un partido político nuevo no es nada. No tiene la menor posibilidad de conseguir resultados. Es vital una financiación para promocionarse, salir en los medios lo suficiente, hacer que la gente lo conozca, que se familiarice con él. Porque casi nadie votaría a un partido desconocido, ¿verdad? Al igual que no se compra un detergente desconocido, o una marca de leche desconocida... compramos lo que conocemos, lo que nos anuncian por la “tele”, lo que nos es familiar, lo que “nos suena”. Y a la hora de votar es igual. Si no sales por la “tele”, si no hablan de ti en las tertulias de la radio, si no sale tu foto en la prensa, no te vota ni el Tato.
De esta manera, se puede tener una Constitución “maravillosa” donde se otorgue libertad para crear partidos, donde se hable de valores fundamentales como el pluralismo político, y sin embargo no tener problemas para mantener en el poder a un número limitado y controlado de partidos. Para evitar que partidos “non gratos” al poder económico entren en el panorama político, basta con no financiarlos y no mencionarlos en los medios. Así de fácil.

Una curiosidad: ¿Sabe que actualmente hay más de 3.000 partidos inscritos en el Registro del Ministerio del Interior? ¿Y a cuántos de sus líderes ha visto en los debates de la “tele”?

domingo, diciembre 09, 2007

Un cuentecillo

Hablando un día de lo mal que está lo de encontrar vivienda en España, un amigo mío, extranjero, que había venido aquí por negocios, tal vez para intentar animarme, me contó la que había sido su experiencia en su país, ya que allí la situación de la vivienda es mucho peor que la nuestra. Esta es la conversación que tuvimos:

- Después de 39 años de vivir con mis padres –empezó-, pude por fin plantearme adquirir una vivienda propia. Puesto que es una compra importante, decidí informarme bien y estudiar primero todas opciones.
En mi ciudad hay dos grandes empresas inmobiliarias que controlan casi todo el mercado –continuó-. Se llaman inmobiliaria R e inmobiliaria A. Unos conocidos míos habían adquirido una vivienda de una de ellas, R, así que les pregunté. Me contaron que sus viviendas, las de sus vecinos, y todas las que vendía R eran horribles. Desperfectos por todas partes, grietas, goteras, suelos levantados, paredes de papel, problemas con la instalación eléctrica, las tuberías, la calefacción... un desastre, vamos. Y además la inmobiliaria no arreglaba nunca los desperfectos. Ni denunciándola. En mi país hay mucha corrupción, ya sabes, y la Justicia no toca a las poderosas empresas inmobiliarias.
Pensé entonces en dirigirme a la otra inmobiliaria, A. Sin embargo, sorprendentemente, mis conocidos me lo desaconsejaron, diciéndome que A era todavía peor, que sus viviendas estaban tan mal construidas que iban a derrumbarse sobre sus pobres ocupantes de un momento a otro y, además, R pintaba las paredes de un rosa pastel muy bonito.
Puesto que también tenía unos conocidos que habían adquirido sus viviendas en la otra inmobiliaria, A, acudí a ellos. Sus casas estaban en tan penoso estado como las de R, con sus grietas, goteras, etc., e igualmente no había expectativas de que las repararan. Aunque no se había derrumbado ninguna, hasta el momento.
Ante el estado de indecisión que me invadió, estos otros conocidos me aconsejaron que comprase mi vivienda en A, como ellos, porque, aunque efectivamente había muchos desperfectos, R era todavía peor, sus edificios se iban a derrumbar en cualquier momento. Y además A pintaba las paredes con un azul pastel muy bonito.
Espantado, intenté entonces recurrir a otras inmobiliarias, más pequeñas, pero apenas podían construir y, según me informaron, “tenían todo vendido para los próximos 30 años”.
- ¿Y qué decisión tomaste finalmente, compraste a A o a R?- Le pregunté, intrigado, ya que, ante ese panorama, no veía otras alternativas. Mi amigo, que tiene muy mala idea, me respondió con otra pregunta.
- Tengo entendido que dentro de unos meses tienes elecciones generales en tu país. ¿A quién vas a votar, al PSOE o al PP?

Al final conseguí descubrir lo que hizo mi amigo: se construyó, él mismo, su propia vivienda.

sábado, diciembre 01, 2007

Plan Avanza: ayudas para nuevas tecnologías

Desde el pasado 23 de octubre los ayuntamientos castellano-manchegos tienen a su disposición la convocatoria de ayudas correspondientes al programa Ciudades Digitales II, en el marco del Plan Avanza. Son ayudas provenientes de fondos regionales, estatales y posiblemente comunitarios, para la modernización tecnológica de las administraciones locales. Ayudas a los ayuntamientos para modernizarse. Para ir usando cada vez más las nuevas tecnologías.
Lo cual parece algo bueno. Este plan aparentemente realiza una muy necesaria labor de promoción del progreso tecnológico en nuestros ayuntamientos.
Sin embargo, la realidad es bien distinta.

Analicemos un caso concreto: vamos a ponernos en la piel de nuestro alcalde. Vamos a suponer que quisiera crear un servicio web para que, por ejemplo, los ciudadanos actualizáramos los datos del padrón, vía telemática.
Nuestro alcalde encargaría, a una entidad privada, el desarrollo de una aplicación informática que permitiera realizar esta tarea. Este desarrollo tendría un coste, una parte del mismo lo tendría que sufragar el ayuntamiento. El resto se pagaría con las ayudas, suponiendo que fueran concedidas. La aplicación, una vez funcionando, también llevaría aparejado un coste de mantenimiento, para lo cual se tendrían que reservar asimismo fondos municipales.
Y así nuestros conciudadanos podrían actualizar el padrón desde sus casas.

Para ofrecer este servicio en todos los municipios, en cada ayuntamiento se tendría que hacer lo mismo. Eso supondría pagar, uno a uno, ayuntamiento a ayuntamiento, cada uno por “su” aplicación informática para actualizar el padrón.
No tendría por qué ser así, claro. La aplicación para actualizar el padrón tendría que valer igual, por ejemplo, tanto para el ayuntamiento de Albacete como para el de Ciudad Real, por citar dos casos cualesquiera. No hay motivo alguno para que se realicen dos encargos distintos de dos aplicaciones distintas. Para que se pague dos veces por una aplicación válida para ambos ayuntamientos. Sin embargo, eso es precisamente lo que se hace. Pagar dos veces por lo mismo.
Y así cada aplicación, cada ayuntamiento. Y eso suma muchos encargos. Muchos euros.

Lo cierto es que los programas informáticos que pueda usar el Ayuntamiento de Albacete van a ser prácticamente los mismos que los que van a necesitar el resto de los ayuntamientos. Y, de hecho, van a ser muy parecidos a los que puedan usar las diputaciones provinciales, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Generalitat de Cataluña o la Administración del Estado. Salvo excepciones puntuales, las necesidades de la administración pública son más o menos similares en todas partes, y a todos los niveles.
Por este motivo, los ayuntamientos no necesitan realmente ayudas para aplicaciones informáticas. Necesitan las aplicaciones que actualmente están usando en otras administraciones públicas, por ejemplo, Hacienda, con unos ligeros retoques para adaptarlas al uso municipal. Los mismos retoques para todos los ayuntamientos. Las mismas aplicaciones para todos los ayuntamientos. Aplicaciones informáticas que ya están elaboradas y funcionando en esas otras administraciones públicas.
Aplicaciones informáticas que ya deberían estar funcionando en todos los municipios.

Y sin embargo, no es así. No hay mas que echar un vistazo a las páginas web de los diferentes ayuntamientos, y tomar nota de los trámites telemáticos que en cada una se ofrece a los ciudadanos. En Castilla-La Mancha, en el mejor de los casos, apenas se ofrecen un miserable puñado de servicios, diferentes en cada caso. Y en la mayoría de los municipios, nada de nada.

Conclusión: el resultado final de la fantástica estrategia de implantación de nuevas tecnologías de nuestros políticos, es el siguiente:
1) Muchos ayuntamientos (y otras administraciones) no se modernizan o lo hacen demasiado despacio, unos porque no pueden asumir (ni con ayudas) los costes de esa modernización, otros porque, simplemente, sus políticos o no saben, o no quieren. Se “Avanza”, pero más bien poco y, en algunos casos, nada.
2) Además, dejamos de “Avanzar” en otros aspectos, ya que el dinero de nuestros impuestos se despilfarra en pagar miles de veces por las mismas aplicaciones informáticas, por lo que no se utiliza de otra manera. Se frena el progreso general de nuestros municipios, de nuestras regiones, de nuestra nación.

Corolario: la próxima vez que alguien le diga que algo no se hace porque “no hay dinero”, acuérdese de estas “ayudas”. De los millones de euros tirados a la basura que suponen.
Y esta es sólo una de las numerosas formas que tienen nuestros políticos de despilfarrar nuestro dinero.

El plan Avanza contempla en Castilla-La Mancha ayudas hasta 2009 por valor de 2.369.041 euros.

lunes, noviembre 19, 2007

El vendedor de móviles (II)

Disculpen la escasa calidad de las viñetas del artículo anterior, basadas en un anuncio propagandístico televisivo de nuestro actual gobierno. Está claro que mi talento oculto no es el dibujo.

Como curiosidad, para ampliar datos, aquí les dejo este artículo, con una cierta relación con este tema, aparecido en el diario “El mundo”.

El vendedor de móviles

Paul Potts. Imagino que les “sonará” de algo. “Descubierto” a los 36 años en un concurso televisivo británico. Si no conocen la historia, léanla. Y si no le han escuchado, háganlo.

La historia de este tenor, que andaba desperdiciando su talento vendiendo móviles, no es un hecho aislado. En estos momentos, un número considerable de “talentos” anda por ahí igual que Paul, ganándose la vida de cualquier manera, sin hacer aquello para lo que realmente valen.
En realidad, el caso de Paul no es de los peores, por varios motivos. Para él, porque durante un tiempo consiguió “ejercer” de tenor y ahora ha tenido la oportunidad de mostrar su talento en un concurso de televisión. Al final ha podido encontrar su camino. Para los amantes de la música, porque hay otros grandes tenores en el mundo, y pueden disfrutar de ellos. Paul supone un extra, otra gran voz a la que escuchar, pero no era, ni es, imprescindible.
Sin embargo hay otros casos de talentos desperdiciados que me parecen mucho más preocupantes.

Les voy a hablar de María. María tiene un talento diferente al de Paul. Es licenciada en ciencias biológicas, y tiene un talento natural para la investigación. María podría estar, por ejemplo, en un laboratorio, dedicada a encontrar la cura para alguna de esas muchas enfermedades que hoy simplemente, si te tocan, te mueres.
Sin embargo, María no investiga en un laboratorio. Justo ahora, está “investigando” cómo puede insertar en un documento de un procesador de texto las direcciones de 128 personas, para enviarles una carta. María trabaja como auxiliar administrativo. Además, María no tiene forma alguna de demostrar su talento. No hay concursos televisivos para ocultos investigadores talentosos. Y lo que es peor, al contrario que Paul, María SÍ ES IMPRESCINDIBLE. El trabajo que podría estar haciendo María, no lo está haciendo nadie. No como ella. Nadie va a encontrar la cura para “esa” enfermedad. No a tiempo para salvarle. A usted, sí.
Porque María podría estar ahora mismo trabajando para salvarle la vida. Para encontrar la cura de la enfermedad que le va a matar. Pero no lo está haciendo. Tiene que enviar 128 cartas.


Vale. De acuerdo. María, en realidad, es una invención. Pero existe. Desgraciadamente, existe. Tiene muchos rostros. Muchas historias personales. Muchos talentos desperdiciados.
Y en consecuencia, por ese desperdicio de talento, mucha gente sufre, y muere.
Probablemente yo voy a ser uno de ellos. De los muertos. Y usted, también. La enfermedad que nos va a llevar a la tumba podría ser superada, si se dieran las condiciones para ello. Si las Marías, los Pauls, del mundo estuvieran cada uno en su lugar.

Pero no lo están. Están vendiendo móviles.


martes, noviembre 06, 2007

Educación: España vs Finlandia

Siguiendo con los datos del Ministerio de Educación y Ciencia, encontramos una comparativa del ratio alumnos por profesor de distintos países. Un extracto:


España vs Finlandia. He seleccionado estos datos porque Finlandia cuenta con uno de los mejores sistemas educativos de la Unión Europea y España con uno de los peores, como queda reflejado, por ejemplo, en el porcentaje de abandono educativo temprano.


En España, en el año 2006, un 30% de los jóvenes habían dejado las aulas con una formación insuficiente. En Finlandia, menos de un 10%. La diferencia es abrumadora: es la que hay entre un país con un sistema educativo tercermundista, España, y otro con un sistema educativo del primer mundo, Finlandia.

Otra observación: en el artículo anterior comentaba que el ratio de alumnos por profesor no es demasiado significativo a la hora de valorar la calidad del sistema educativo. Podemos comprobar con estos datos que efectivamente así es. El ratio de alumnos por profesor es comparable en España y Finlandia, incluso es mayor en Finlandia. Sin embargo, a pesar de ello, el sistema educativo finés funciona mucho mejor que el nuestro.

¿Cual es la explicación para este fenómeno? ¿Por qué los finlandeses, con los mismos profesores por alumno, lo hacen mucho mejor que nosotros?

Dice el dicho popular que más vale calidad que cantidad. Y ahí está la clave de nuestro problema con el sistema educativo. No es cuestión de cantidad, aunque no vendrían mal unos pocos medios más, sino de calidad. Nuestro sistema educativo no tiene calidad.
Falta calidad a todos los niveles. Falta calidad en el profesorado, en la dirección de los colegios, en el diseño de los planes de estudio, en la aplicación de esos planes adaptándose a la realidad de nuestras escuelas, en las condiciones de respeto, atención y convivencia en las que se tienen que desarrollar las clases, en la elección de las asignaturas y la importancia de estas a la hora de realizar el reparto de las horas lectivas, en los horarios no adaptados a las necesidades de los alumnos y sí a las de padres y profesores, en la distribución de los alumnos en las aulas... Falta calidad en las decisiones de los dirigentes del sistema educativo, personas incompetentes para esa tarea, que además utilizan la educación para hacer política; y falta calidad en la labor de los padres, que fallan al desatender y maleducar a sus hijos (sí, también es este el problema). Y, sobre todo, falta calidad en la labor de gobierno de todos nosotros, ciudadanos del estado español, al permitir que el futuro de nuestros escolares esté en las manos de una clase política que ha demostrado, y demuestra cada día, que entre sus prioridades no está dar una buena formación a los futuros ciudadanos.

Ese es mi diagnóstico. Esa es la enfermedad que padece nuestro sistema educativo. ¿La causa última? ¿El origen de la enfermedad? Nosotros. Los ciudadanos. Los españolitos de a pie.
Y en nuestras manos está también la cura.

sábado, septiembre 29, 2007

Desinformando sobre el sistema educativo

Es importante que los ciudadanos confíen en el sistema educativo, ya que este es fundamental para definir lo que nos espera en el futuro. Por eso los políticos le dedican una especial atención... a desinformar sobre el mismo, ya que no pueden decir la verdad: que nuestro sistema educativo es patético y además no están haciendo nada para remediarlo.
Un ejemplo de esta labor política puede ser, en Castilla-La Mancha, nuestro consejero de Educación y Ciencia, el Sr. Valverde, que compareció satisfecho el pasado jueves, 20 de septiembre, ante las Cortes de Castilla-La Mancha para informar del estado del sistema educativo Castellano-Manchego. Ni que decir tiene que confirmó entusiasta el estado de excelencia de la educación impartida en nuestra comunidad.
Destacaría dos de los datos que aportó para justificar esa excelencia: el gran titular, un incremento de 4,5 puntos de la tasa de titulación, desde el 2000 al 2005, superior al resto de comunidades autónomas, y la tasa media, alcanzada este año 2007, de alumnos por profesor: 10,59.
Dos datos que así, sin más información, estadísticamente, no valen nada.

Un incremento del 4,5% de la tasa de titulación, desde el 2000 al 2005, aparte de ser irrisorio (menos de un 1% anual), sin conocer el valor de la tasa, no nos dice mucho. Pero si mostramos el valor de la tasa, o su contrario, la tasa de fracaso escolar, es otro cantar.

Ciertamente, en Castilla-La Mancha nos vamos acercando a la media española, pero:
1) La tasa de fracaso escolar en España es espeluznantemente alta.
2) La tasa de fracaso escolar en Castilla-La Mancha es todavía mayor.

Otro dato comparativo: en Navarra y el País Vasco, el porcentaje de fracaso escolar está en el 16,3 y el 16,9% respectivamente. En Castilla-La Mancha, en el 30,8%. Casi el doble. Para llorar.

Y aún podría ser peor, porque... ¿han aumentado las titulaciones porque los alumnos han subido de nivel, o porque se ha bajado el nivel necesario para obtener el título? No hay forma de saberlo.

Vamos a continuar, a ver si la cosa mejora un poco. El segundo dato, aparentemente, es magnífico: 10,59 alumnos por profesor. Con esa información, nos imaginamos, ilusionados, a nuestros escolares en clases de apenas 10 alumnos, perfectamente atendidos por su profesor correspondiente. ¡Desde luego nuestro sistema educativo tiene que ser excelente!
Pero... la realidad es bien diferente. No hay 10 alumnos por clase, porque no es lo mismo alumnos por profesor que alumnos por clase. Este segundo ratio es mucho más significativo que el aportado por el consejero: la media de alumnos por clase incide directamente en la calidad de estas. Por ejemplo, en la ESO, curso 2004-2005:

En nuestras clases de secundaria obligatoria tenemos una media de 25,2 alumnos por grupo (dato oficial, aunque en la práctica se queda corto, como pueden comprobar los padres castellano-manchegos con hijos en la ESO: menos de 30 alumnos por clase es un lujo por estos lares). Un número, en cualquier caso, excesivo, para dedicar a los alumnos la suficiente “atención a la diversidad”, que pregona nuestra flamante legislación educativa.
Y naturalmente, Castilla-La Mancha por encima de la media nacional. Como debe ser.

Termino ya. En su comparecencia, el consejero aportó más información: aumentos de recursos y algunas prometedoras iniciativas. Sin embargo, a partir de esos otros datos que el consejero no consideró necesario mencionar, hemos comprobado que, en Castilla-La Mancha, seguimos teniendo una altísima tasa de fracaso escolar y masificación en las aulas. Y eso entre otros muchos problemas.
Tal vez hayamos mejorado algo, en estos últimos 7 años, pero dada la paupérrima situación de nuestro sistema educativo, es claramente insuficiente. A este ritmo de “mejora” pasarán 20 años y no tendremos todavía un sistema educativo decente. Y eso asumiendo que exista alguna mejoría, lo cual es mucho asumir.
El panorama de la educación en Castilla-La Mancha era, en el 2000, cuando la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha asumió las competencias, desolador. Hoy, lo sigue siendo.

Menos mal que tenemos al Sr. Valverde para convencernos de lo contrario.

Pueden encontrar estadísticas sobre el sistema educativo de toda España en la web del Ministerio de Educación y Ciencia.

martes, septiembre 18, 2007

¿Ayudas para quién?

Ya está el actual gobierno tomando las últimas medidas de la precampaña oficial. Entre ellas, la de las subvenciones de 210 €/mes durante 4 años a los jóvenes de 22 a 30 años que ganen menos de 22.000 € anuales, para alquiler de viviendas.

Reflexionemos un poco sobre esta ayuda:

Una obviedad: la medida es discriminatoria, es injusta. Discrimina a los menores de 22 años y a los mayores de 30 años. Si el problema es la falta de ingresos, los límites para recibir subvenciones tendrían que ser exclusivamente por ingresos, no por edad. Y las ayudas proporcionales a la necesidad, no fijas.

Otra obviedad: una parte de los potenciales inquilinos van a disponer de más dinero para pagar alquileres. Puesto que el alquiler de viviendas está liberalizado, eso supone que los precios se van a adaptar, al alza, al nuevo nivel adquisitivo de los “consumidores” del mercado de alquiler. Es decir, que los alquileres van a subir, no 210 €, naturalmente, pero subirán, tanto más cuanto más ayudas se repartan.

Y una tercera obviedad: El dinero de estas subvenciones no sale de los bolsillos del presidente del gobierno. Sale de los bolsillos de todos los ciudadanos. Por tanto, la medida lo que supone es un “reparto de riqueza”: se toman fondos de unos ciudadanos, y se dan a otros. Unos ganan, otros pierden.

Analicemos:
¿Quién gana con esta medida?
1) Los perceptores de la ayuda, algunos de los cuales realmente la necesitan para emanciparse. Otros no la necesitan. Y ojo, que sólo dura 4 años.
2) Los propietarios de viviendas en alquiler, que van a ganar más dinero con la subida de los precios. Estos no necesitan esta ayuda en absoluto.

¿Quién pierde con esta medida?
1) Los ciudadanos que pagan impuestos. No será una afección significativa, tocamos a poco.
2) Los que van a alquilar viviendas pero no van a recibir la ayuda. A la mayoría no les afectará demasiado, pero unos pocos (rentas más bajas) van a notar mucho la subida del alquiler. Algunos no podrán emanciparse (incluso con más de 30 años) o tendrán que volver al nido.

Es difícil evaluar si el efecto global de estas subvenciones es positivo o negativo. Entre los más necesitados de apoyo social hay perjudicados, pero también beneficiados.
Sin embargo, es más penoso que un “maduro” de 35 años no pueda emanciparse, que el que no pueda sea un “chaval” de 25 años. Y no digamos si estamos ante el daño causado a un pensionista con una ínfima pensión. Es decir, aunque globalmente no podamos estimar con seguridad el efecto de esta medida, lo que está claro es que es perjudicial para los casos más extremos de personas necesitadas.
Y también está claro que para los propietarios de viviendas en alquiler la medida es beneficiosa.

Los más necesitados pierden, los que más tienen ganan.

¿Por qué aplica entonces esta medida, tan poco social, un gobierno socialista?
Calculemos un poco.

Inversión anual 2008: 411 millones de euros (según Solves).
Ayuda por joven/año: 210*12=2.520 €.
411 M/2.520 = aproximadamente 160.000 jóvenes subvencionables = 160.000 potenciales votantes agradecidos, de forma directa. Más indirectos.

Una pregunta fácil. Teniendo en cuenta estos datos... ¿para quién es la ayuda realmente?

jueves, septiembre 13, 2007

Adoctrinamiento en las aulas

“Ética y cívica”. Así se llamaba la asignatura con la que me “adoctrinaron”, en Castilla-La Mancha, hará ya más de 20 años, en los inicios de nuestra “democracia”. Aunque lo cierto es que de esa asignatura lo único que recuerdo es el nombre, que era una maría y... a la profesora (cosas de adolescentes, supongo).
¿Adoctrinado? En absoluto.

Ni la asignatura de “Ética y cívica” causó efectos significativos en los alumnos de los 80, ni “Educación para la Ciudadanía” va a causarlos en los jóvenes de hoy en día. Aunque algunos, tal vez, así lo pretendan. Los valores cívicos y morales no se aprenden de los profesores. Se aprenden de la familia y, sobre todo, de la sociedad.
Y los políticos lo saben.

Pero entonces, ¿cómo se explica toda esta polémica sobre adoctrinamiento?
Si EpC no sirve para adoctrinar, ¿por qué se queja el PP?
Si EpC no sirve para adoctrinar, ¿para qué la ha impuesto el PSOE?

Muy sencillo. EpC existe para crear polémica. Para generar titulares. Para hacer creer a los ciudadanos que ambos partidos, cada uno a su manera, luchan por sus votantes, por la educación de sus hijos. Y para distraer la atención de los ciudadanos del auténtico problema del sistema educativo español: que es una monumental bazofia y va a seguir siéndolo. Nuestras escuelas son fábricas de zotes. Somos los reyes del fracaso escolar. ¿Cómo van a adoctrinar a nuestros escolares, si ni siquiera son capaces de enseñarles a leer y escribir correctamente, a sumar y restar sin calculadora...?

No. No van a adoctrinar a las nuevas generaciones gracias a asignaturas como EpC. No es así como funciona. El adoctrinamiento se realizará, pero fuera de las aulas.
Aunque para ello es necesario que se cumpla una condición. Que los futuros ciudadanos no piensen, no razonen y que ignoren, cuantas más cosas, mejor. Y esa es la función que realiza nuestro sistema educativo. No adoctrinar, sino dejar a los adolescentes sin recursos intelectuales suficientes para resistirse al adoctrinamiento al que van a ser sometidos. Cuando salgan de la escuela.
Y a fe mía que está funcionando.

Ah, les voy a contar un secreto. Sí que hay una asignatura importante con respecto al adoctrinamiento. Pero no es “Ética y cívica”, y tampoco es “Educación para la Ciudadanía”. Para nada. La asignatura clave son... las ”mates”.
Adivinen por qué.

viernes, agosto 31, 2007

“Héroes”, villanos y propaganda política

De la inagotable industria cinematográfica estadounidense nos ha llegado recientemente una curiosa serie de televisión, que relata la existencia de algunas personas con poderes sobrehumanos: la serie “Héroes”. Esos individuos, además de sus poderes, tienen al parecer una misión, salvar Nueva York de... no, no he cambiado el tema del blog de repente. Ya voy al grano.
En el episodio 5º de esta serie, uno de los personajes, candidato a congresista, buscando financiación para su campaña política, acude a un mafioso de Las Vegas. En un determinado momento se establece una negociación sobre montante de la financiación, y el candidato se expresa así: “...con 2 millones tan sólo seré un candidato comprado. Con 4, seré un congresista.

Me gustó la frase. Naturalmente es una serie de fantasía-ficción, no la realidad. Y transcurre en Estados Unidos, no en España. Pero propongo que hagamos un ejercicio de imaginación y supongamos que la frase encajara realmente en la democracia estadounidense y, por qué no, en la española.
Imaginemos pues que el valor de la financiación de las campañas electorales es decisivo. Imaginemos que un número muy elevado de votantes resulta “influido” por la propaganda electoral hasta el punto de resultar determinante a la hora de hacer la selección de los que van a ser nuestros diputados, senadores, concejales y por tanto, nuestros gobernantes. Solo imaginemos.

En los inicios de nuestra democracia, en esta situación hipotética, esa, digamos, debilidad de los ciudadanos, habría sido aprovechada por algunas personas con gran capacidad de financiación, para dirigir, gracias a costosas campañas electorales, una considerable cantidad de votos hacia determinados partidos políticos (partidos que, una vez victoriosos, saldarían su deuda, con creces, con esos financieros). Esos partidos políticos habrían sido los triunfadores de las primeras elecciones y se habrían repartido los distintos órganos de poder por todo el país.
Una vez en el poder, ese grupo escogido, y reducido, de partidos ganadores, ligados todos a algún poder financiero, lo habrían tenido mucho más fácil. Los 4 años de propaganda gratuita diaria que otorga la presencia en gobiernos, Congreso, Senado, etc., se sumarían a apoyo financiero privado a la hora de influir en los ciudadanos (aderezado además con la financiación que la Ley Electoral ofrece a los partidos “consolidados” para sus campañas electorales). [Podríamos añadir a eso varios millones de votos comprados, una vez en el poder, con dinero de los ciudadanos. Pero bueno, esa es otra historia.]
En pocos años, tras algún reajuste inicial transitorio, se produciría un estancamiento de la situación política: unos pocos partidos, todos ligados a poderosos entes privados, se consolidarían como las únicas opciones posibles de voto.
Sería prácticamente imposible que un nuevo partido político, diferente a los ya establecidos, entrara en escena y llegara a tener posibilidades de poder real, salvo que tuviera el mismo apoyo financiero que los demás, en cuyo caso no sería un partido distinto a los ya existentes. El pluralismo político, en la práctica, no existiría.

Esta situación refleja lo que sería un sistema oligárquico o, como prefieren algunos, una partitocracia. Con un disfraz de democracia, claro. Pero no sería una verdadera democracia.

Una conclusión de todo esto: un sistema democrático no puede mantenerse así, democrático, si un número demasiado elevado de ciudadanos es fácilmente manipulado para que vote en un determinado sentido.

En fin, eso estaría ocurriendo en España, si el supuesto hipotético que he planteado al principio fuera cierto. Pero no lo es, ¿verdad? Simplemente imaginábamos. Es un supuesto de película, es ficción, para entretener con eso de los políticos corruptos, y tal. No es real.

En la España real la mayoría de los ciudadanos votamos racionalmente, no nos dejamos manipular por los políticos, que por otra parte son honrados. En realidad nuestros medios de comunicación son independientes e informan verazmente sobre la situación política. En realidad en España hay pluralismo político, y en cualquier momento puede surgir un partido político nuevo, innovador, que reciba apoyo ciudadano suficiente como para tener poder para mejorar las cosas. Aunque en realidad, no hay tanto que mejorar, porque en realidad España va bien. En realidad en España el sistema educativo es excelente y genera jóvenes sobradamente preparados, entre otras cosas, para resistir una hipotética manipulación política. En realidad la Justicia en España es independiente del poder político. En realidad... En definitiva, en realidad, en España, hay una democracia de verdad. De verdad de la buena.

Y en realidad yo soy Obi-Wan Kenobi. Que la fuerza os acompañe.

lunes, agosto 27, 2007

ETA

ETA está de nuevo de actualidad. Otro atentado. Brutal, niños en peligro... en fin, lo de siempre.
Con cada noticia de este tipo, se apoderan de la gente diferentes sentimientos. Miedo, odio, desesperación, escepticismo, o tal vez euforia... dependiendo de quién seas.
Algunos, además, pensamos sobre ello. Sobre la violencia, sobre el nacionalismo, sobre el “conflicto vasco”, sobre el terrorismo, sus causas, posibles soluciones... podría llenar un buen número de mensajes en este blog sobre el tema. Pero no tendría sentido. Hoy no.
Otros, en cambio, no piensan, pero sí “llenan” los medios de comunicación. Son los que no condenan públicamente los atentados... y los que los condenan, los que dicen que hay que estar unidos contra el terrorismo, los que dicen que hay que ilegalizar a tal o a cual partido, los que dicen que no hay que dialogar con los terroristas, los que... En fin, ETA está de nuevo de actualidad.

Yo voy a dejar aquí únicamente preguntas. Preguntas que me hice y que me hago. El que quiera, que les busque respuesta. Si la encuentra, tendrá más información de la que nunca va a aparecer en ningún medio de comunicación. Ahí van:

¿Por qué los terroristas españoles son vascos y no manchegos, o canarios, o... catalanes? ¿Por qué hay tantos vascos que apoyan el terrorismo? ¿Por qué ese odio hacia los “españoles”? ¿Es que los vascos están locos? ¿Son violentos y fanáticos por genética? ¿El famoso RH negativo les altera el cerebro?

Es entendible que haya terroristas fundamentalistas, salidos de la ignorancia, la miseria y el fanatismo religioso propios de algunos países del tercer mundo. Pero... ¿Y en España? ¿En un país del primer mundo? ¿Con una democracia? ¿Con la libertad, justicia, igualdad... que se supone que disfrutamos?
¿Por qué siguen saliendo jóvenes dispuestos a matar o morir por algo tan insignificante, comparado con una vida humana, como de qué color es un trapo colgado de un palo? ¿Mataría usted por una bandera?

¿Por qué después de tantos años de “lucha contra el terrorismo”, de una “poderosa” nación contra una “simple” banda terrorista, la justicia española todavía no ha acabado con ETA?
¿Están haciendo nuestros políticos todo lo que pueden contra el terrorismo?

¿Quién se beneficia de la existencia de ETA?

En fin, no es sencillo, pero tampoco es demasiado complicado responder a estas preguntas. No hay más que pensar un poco y usar el sentido común. Aunque las respuestas no son agradables.

Que las busque el que quiera.

domingo, agosto 19, 2007

El barberillo de Lavapiés

Es sorprendente lo que se puede encontrar en los lugares más insospechados. Por ejemplo, en una zarzuela. En “El barberillo de Lavapiés”, de Francisco Asenjo Barbieri, con libreto de Luis Mariano de Larra, estrenada el 19 de diciembre de 1874, he encontrado una de las mejores exposiciones sobre la realidad política de nuestro país que he tenido el gusto de, en este caso, escuchar.
Esta obra desarrolla una entretenida trama de amores nobles y castizos, en el Madrid inmediatamente posterior al Motín de Esquilache de 1766, durante el reinado de Carlos III. Complementando la magnífica composición musical y la trama amorosa y política, aparecen algunos monólogos políticos del castizo barbero Lamparilla, representante arquetípico de la sabiduría popular, que no tienen desperdicio.
Veamos un par de “perlas” sobre los ministros:

... dicen que el rey solo gusta
de cazar liebres y ciervos
mientras cazan sus ministros
pensiones y sobresueldos.


...y luego
como en eso de los ministros
está averiado el género
y aquel que no es tonto es malo
y aquel que no es malo es pésimo,
en hablando mal de todos
pero muy mal,
siempre acierto.


La cosa va de los ministros de Carlos III, pero... ¿a que nos resulta familiar?
El siguiente es el cuarteto final con el que Lamparilla termina la obra, es un comentario sobre la sustitución de uno de los ministros:

Aunque suban a millares
a enmendar pasados yerros
siempre son los mismos perros
con diferentes collares.


Imposible expresarlo mejor.
Lo que verdaderamente me sorprende del asunto es que, siendo ya conscientes algunas personas, hace más de un siglo, de lo que son los políticos, todavía en el año 2007, en el siglo XXI, en el tercer milenio, nos sigan engañando con el mismo cuento de rojos y azules, izquierdas y derechas, nacionalistas de aquí y nacionalistas de allá. ¿Es que los españoles somos incapaces de aprender nada?
Los mismos perros con diferentes collares. Era así en 1766, en 1874, y hoy en día lo sigue siendo.

Como curiosidad, terminaré con otro párrafo de Lamparilla, en el cual se burlaba de esa característica de los españoles de no ponernos de acuerdo en nada. Sin pretenderlo, los autores de esta zarzuela nos están dando una posible solución al problema político español:

Pues aquí tenéis de España
una copia y un modelo
4 hombres, 4 opiniones
si habláramos con 200, 200 partidos
todos con sus ministros diversos.
Sería pues necesario
para estar todos contentos
que hubiera en cada familia
un ministro por lo menos
.
En 1874 no era viable, ni siquiera planteable, que hubiera un “ministro” por familia. Hoy lo es.
Se llama democracia directa.

domingo, agosto 12, 2007

¿Qué es la democracia?

Vaya pregunta estúpida. En España todo el mundo sabe lo que es, ¿verdad? “Pues lo que tenemos aquí, ¿qué va a ser la democracia?”, respondería, tal vez, el españolito medio.
Pero si pedimos algo más, si pedimos que se explique por qué se caracteriza una democracia, más de uno no sabría qué decir. O diría demasiado.
A mí me gusta lo sencillo, y lo más sencillo al hablar de democracia es quedarnos con lo que significa literalmente esta palabra: “gobierno del pueblo”.
Democracia es gobierno del pueblo.

Vale... ¿y a qué viene todo esto?
Viene a cuento de lo ocurrido recientemente en un municipio guipuzcoano, Lizartza. Allí, el pasado 2 de julio, los representantes de una minoría (7,6% de votos) tomaron posesión del gobierno municipal (100% de los concejales), contra la voluntad de la inmensa mayoría de los vecinos (92,4% de votos blancos más votos anulados, en este caso, por corresponder a un partido ilegalizado).
No debería hacer falta indicar que si una minoría (7,6%), gobierna así sobre una mayoría (92,4%), eso no puede considerarse, bajo ninguna circunstancia, democrático. Recordemos, democracia es gobierno del pueblo. Un gobierno del 7,6% del pueblo, podría considerarse una oligocracia (gobierno de unos pocos), pero nunca una democracia.
En Lizartza no hay, en estos momentos, ningún gobierno democrático y, por tanto, los que gobiernan allí no son demócratas.

Pero lo que más me ha llamado la atención del caso es que, en mi tierra, en La Mancha de Don Quijote, el hecho en cuestión apenas ha tenido repercusión. La supresión de una democracia en un municipio español no ha sido noticia. No se ha mencionado en los medios de comunicación. No aparece en los foros de Internet. No lo comenta la gente en las tertulias del café. Ha sido asumido con indiferencia, como si no tuviera importancia.
Imagino que en la mayor parte del estado español, exceptuando el País Vasco, ha ocurrido lo mismo.
Y es el motivo de esa indiferencia lo que más me preocupa. Independientemente de que muchos españoles puedan estar de acuerdo con la ilegalización de determinados partidos, pienso que si no ha habido reacción es porque ni los manchegos, ni los españoles, se han enterado de lo que los políticos han hecho. No se han enterado de que, al menos en un municipio, se ha suprimido la democracia. Es decir, como hace 50 años, cuando mandaba ese señor tan simpático del bigotito.

Y... ¿cómo no se han enterado? ¿Es porque no ha salido en los medios de comunicación? No lo creo. Los resultados electorales son públicos, la noticia de lo ocurrido en Lizartza salió en los telediarios. Con esa información, incluso pese a la manipulación que hubiera podido existir, cualquiera se hubiera dado cuenta de lo que ha pasado allí. Cualquiera que supiera lo que es una democracia, claro.
Y ese es el problema. Los españoles no saben lo que es una democracia. No saben que con ir a votar cada 4 años, a unos partidos sobre los que los ciudadanos no tenemos ningún control, no se cubren los requisitos, o más bien el requisito, el único requisito que tiene que tener una democracia. Que gobierne el pueblo. En Lizartza, en estos momentos, no gobierna el pueblo. Quién sabe en cuántos municipios más ocurre eso. O si ocurre en alguna comunidad autónoma. O si en España hay una democracia real.
Y si los españoles no sabemos lo que es una democracia, ¿cómo nos daríamos cuenta si no la tuviéramos?

Nos han vendido una moto. No sabemos lo que es una moto. ¿Es una moto eso que nos han vendido?

lunes, agosto 06, 2007

El sorteo de los escalenos

En la antigüedad, hace muchos miles de años, existió una pequeña ciudad estado llamada Escalonia. Esta ciudad estaba ubicada en una zona extremadamente rica del suroeste asiático, y sus habitantes disponían de fértiles campos de labranza, numerosas cabezas de ganado, caza y agua en abundancia.
A pesar de su riqueza, la existencia de esta ciudad estado fue breve. Apenas dejó huella en la historia, salvo por una extraña costumbre de sus gentes, los escalenos, que así se llamaban a sí mismos los orgullosos habitantes de esta pequeña ciudad.
Una vez al año, a comienzos de la primavera, el máximo gobernante de los escalenos, el tirano de la ciudad, ejecutaba un ritual que determinaba el desarrollo de la vida de los escalenos durante los siguientes doce meses. El ritual consistía en un sorteo, en el cual participaban todos los habitantes de la ciudad, excepto el tirano, sus parientes y otras familias nobles.
Lo sorprendente de esta costumbre era el premio. Los ganadores del sorteo, que eran exactamente las tres cuartas partes de la población, obtenían como premio el acceso a la comida que generaban los campos y las reses de la ciudad. Podían comer lo que necesitasen. Tal era la naturaleza del premio.
En cambio, la otra parte de la población, aquellos no agraciados en el sorteo, tenían que sobrevivir el año siguiente alimentándose de las sobras que les arrojaban los nobles y los otros habitantes. Muchos morían de hambre, por enfermedades agravadas por la debilidad causada por la falta de alimentos, o ajusticiados por la milicia local, por robar comida en los repletos graneros de la ciudad o, simplemente, por cazar alguna liebre, algo terminantemente prohibido por el tirano de los escalenos.
Los eruditos nunca han podido ofrecer una explicación del motivo de esta extrañísima costumbre, tan difícil de entender teniendo en cuenta que había alimentos de sobra para satisfacer las necesidades de todos los habitantes de la ciudad.
Y mucho más inexplicable era la actitud de los escalenos. Cada año esperaban felices la celebración del sorteo y, cuando este llegaba, festejaban, danzaban y lloraban de alegría y emoción. Agradecían de todas las maneras posibles al tirano la perpetuación de este ritual, lo idolatraban reverencialmente, lo amaban como a un padre. Estos gritos o parecidos se oían en las calles durante días en fechas previas y posteriores a la celebración del sorteo: “¡Albricias, tirano, gracias por tu bondad!” o “¡Viva el tirano, que la diosa fortuna decida quién ha de comer este año y quién no!”.
Se cree que este sorteo ritual tuvo algo que ver con el fin de la civilización escalena.

Increíble, ¿verdad?
Pues sí. Lo admito, en realidad esta historia no es cierta. No existió ninguna ciudad estado llamada Escalonia y no existieron los escalenos. Es todo una invención de mi mente calenturienta, una pequeña y estúpida broma. Discúlpenme.
Reconozco que este “cuento” de los escalenos es demasiado absurdo para que nadie se lo crea, ¿no es cierto? Desde luego, no puede existir ninguna civilización así... ¿o sí que existe?

La Emusvi reparte 110 viviendas de Protección Oficial en su segundo sorteo (miércoles, 18 de julio de 2007, en la Plaza Mayor de Ciudad Real, Castilla-La Mancha, para 1892 solicitantes).

¡Albricias, tirano, gracias por tu bondad!

lunes, mayo 28, 2007

Camino al bipartidismo (II)

Han pasado 4 años. En el día de ayer volvimos a celebrar elecciones municipales en Ciudad Real. Desgraciadamente, el panorama es el mismo.
Actualicemos los resultados de la primera tabla del artículo anterior (en rojo las candidaturas que no han obtenido concejales):


De nuevo, apreciamos lo siguiente:
- El número de ciudadrealeños que no están representados ni siquiera con un concejal ha crecido, alcanzando el 13%. El pleno del ayuntamiento de Ciudad Real será, estos 4 años, menos democrático de lo que nunca había sido desde que echara a andar nuestra democracia.
- El bipartidismo se consolida. De nuevo, por tercera vez consecutiva, únicamente dos partidos con concejales. Si a eso le añadimos que dos de los partidos que se han presentado (IRC y UDCA) están encabezados por sendos ex-miembros del PP, el panorama es todavía más desolador. Los partidos “alternativos” ya ni se presentan. Lógico, por otra parte, en un sistema electoral que no les ofrece la menor oportunidad.
- Un pequeño consuelo: esta vez el gobierno local va a contar con el apoyo de la mayoría de los ciudadrealeños (un 50,3%). Algo es algo.

Actualicemos la gráfica del artículo anterior:


Como podemos comprobar, se confirma la tendencia. Incluso con menos votos que las elecciones anteriores (un 87%), PP y PSOE se llevan todos los concejales.

Los ciudadrealeños nos hemos quedado sólo con dos opciones: o “malo”, o “peor”. Ponga cada cual el adjetivo al partido (PP o PSOE) que desee.

Bienvenidos (4 años más) a la democracia más paupérrima del mundo.

Por cierto, ¿qué tal en su ciudad?